La quinta edición de la Superliga, inicia el viernes 21 de abril con el duelo entre Barcelona y El Nacional, lo que refleja una continuidad en el avance del balompié femenino en el país, que sigue presentando trabas en su camino a la profesionalización.

Son pocos los equipos que pagan sueldo a todas las integrantes del plantel, que les ofrecen contratos de larga duración o que las tienen afiliadas al IESS, lo que refleja que todavía existe un mayoritario manejo amateur en los clubes.

Sol Muñoz, integrante del directorio de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), entidad que organiza la Superliga, señaló que “estamos caminando hacia la profesionalización, pero todavía hay unas brechas muy grandes y temas por corregir, como el hecho que todas las futbolistas tengan su sueldo, afiliación a la seguridad social y darles más competencia”.

La dirigente, quien también es representante de Conmebol ante FIFA, destacó el contar con más ingresos al tener un patrocinador oficial para la Superliga. “Estamos conscientes que el factor económico es fundamental para el crecimiento del fútbol femenino, por lo que hemos hecho ajustes al presupuesto para que los equipos que pasen la fase de grupos reciban un mayor premio”, detalló.

Ana Rueda, entrenadora de la Universidad Católica, opinó que se sigue la senda correcta en busca de la igualdad. “Los equipos se han fortalecido, invierten más en dar espacio a las chicas. Nos falta en el tema de desarrollo de las formativas y en la consolidación de los derechos de las futbolistas”, manifestó la estratega.

El crecimiento va de la mano de una mayor inversión por parte de los clubes. Es el caso de Dragonas Independiente del Valle, que fortaleció su plantel y cuerpo técnico, y destinó un presupuesto récord para el equipo, que tiene como objetivo ganar el título de la Superliga.

El directivo Andrés Larriva detalló que para 2023 contarán con $ 400 mil, valor “que se acerca a lo que destinan algunos equipos de la Serie B” y que “contamos con diez auspiciantes solo para Dragonas, lo que demuestra el crecimiento del fútbol femenino”.

En cuanto al espacio para las jugadoras, también hay avances. Por ejemplo, Dragonas y Liga de Quito han destinado áreas especiales para las deportistas. Las guerreras albas también tuvieron entrenamientos guiados por el cuerpo técnico del equipo masculino.

Para Mayra Olvera, quien fue mundialista y vicepresidenta de la Asociación de Futbolistas del Ecuador, el panorama del balompié femenino ha mejorado, aunque acepta que hay aspectos por mejorar.

“Hace cinco años no podía vivir solo del fútbol, ahora sí. Esto va de la mano con sueldos para todo el equipo y contratos de mayor tiempo para las futbolistas, como lo hace Ñañas, lo que debería ser algo obligatorio para todos los equipos”, comentó.

Agregó que al igual que lo hicieron tras clasificar al Mundial de 2015, las jugadoras seguirán luchando para abrir más espacio al fútbol femenino, hasta llegar a una completa profesionalización.