A diferencia de los anteriores partidos que la Tri disputó como local en las eliminatorias, donde los hinchas llegaron con horas de anticipación y de forma masiva, este martes 21 de noviembre el flujo de personas al escenario deportivo fue creciendo poco a poco.

Entre los primeros aficionados que acudieron a los alrededores del estadio estaba el pequeño Dylan Ávila, quien siempre había soñado con poder ver un partido de la Tricolor. En varias ocasiones le había pedido a su padre, Juan Francisco, que lo lleve de Cuenca a Quito para ver al combinado nacional.

Y su anhelo se cumplió  cuando llegó a la capital para presenciar el duelo ante Chile. Fue una sorpresa de su papá. “Hace dos días le di la buena noticia, ni sospechaba. Es la primera vez que vamos a ver a la selección, estamos emocionados”, contó Juan Francisco, quien también invitó a su sobrino Ariel Concce.

Salieron a las 22:40 del lunes desde Cuenca y a las 07:00 del martes estuvieron en Quito. “Todo esfuerzo vale la pena por cumplir el sueño de ver a la Tri y mucho más si le puede dar este gusto a mi hijo”, resaltó Ávila, quien pronosticó un triunfo por 2-1 de la selección.

Por su parte Dylan señaló que quería ver en cancha a Kendry Páez, de quien dijo iba a ser la figura del encuentro. “Me siento emocionado con esta sorpresa que me dio mi papá, ya quiero que jueguen”.

Llegaron con más de cuatro horas de anticipación al estadio Rodrigo Paz Delgado “para evitar problemas para entrar. Mi hijo es pequeño y preferimos venir temprano para entrar tranquilos”.

Erick Herrera, en cambio, viajó desde Baeza (Napo) con su familia. Llamó la atención la máscara de diablo huma que portaba y por la que otros aficionados le pedían tomarse fotos.

“Vamos a ganar 4-1. Chile viene en un mal momento y será la gran oportunidad para Leonardo Campana para demostrar su faceta de goleador”, pronosticó. Sobre su look dijo que “se convertirá en la cábala de la Tri para clasificar al Mundial”.

Mientras unos aficionados llegaban con su entrada en mano había otros que hicieron ‘sacrificios’ por conseguir una localidad. Es el caso de Fabricio Brown, quien se dejó cortar el cabello para poder estar presente en el estadio.

“Todo vale la pena por poder ver a la Tricolor”, afirmó el hincha que es oriundo de Esmeraldas y lleva cerca de un mes en la capital. Contó que “con unos amigos estábamos bajos de recursos y aceptamos este reto”.

Sus familiares no sabían que iba a tener una nuevo look tras regresar del estadio, pero resaltó que estaba feliz por la posibilidad de alentar y poder ver de cerca en acción a Moisés Caicedo y Kendry Páez, de quienes dijo serían las figuras del combinado nacional.

Brown enfatizó que hay que confiar en la selección y que la nueva generación de futbolistas conseguirá la clasificación al Mundial de 2026.

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