Empezar su primer ciclo olímpico completo con un oro y una plata tienen motivado al garrochista ecuatoriano Dyander Pacho. De hablar sereno y pausado, cuando relata su resultado en los Juegos Bolivarianos y Suramericanos del año pasado el deportista desborda confianza, “que no es lo mismo que agrandarse”, recalca con una sonrisa.

Hasta hace 3 años el manabita, hoy de 23 años, solo había hecho Juegos Panamericanos (los del 2019), evento que este año le toca repetir en Santiago, solo que esta vez con grandes proyecciones y expectativas.

Dueño del récord nacional de salto con garrocha (5 metros con 40 centímetros), Pacho -quien viene de una familia de deportistas- aclara que en los Juegos Suramericanos solo se puso por encima del medallista olímpico actual, el argentino Germán Chiaraviglio.

“Me queda la satisfacción de haberlo dado todo. Estuve compitiendo a nivel de garrochistas campeones mundiales y olímpicos, de ahí que creo entonces que no fue tan mala la participación... estoy en el camino correcto”, precisa.

Ver hacia atrás es aún más motivante para Dyander. Su hermano José, con quien tuvo sus inicios en el mismo deporte, se retiró de la actividad en la pandemia, precisamente luego de los Juegos Panamericanos de 2019 para dedicarse a su trabajo profesional. Él iba a hacer lo mismo, pero el destino le demostró que no era su hora.

“Para serle sincero tuve que continuar casi que a la fuerza por mis estudios, ya que dependía de una beca deportiva que tenía en la universidad. Sin embargo, al volver sentí nuevamente el apego con este deporte y el apoyo de las entidades para seguir, y aquí estoy”, precisa ahora confiado en que no parará hasta que las fuerzas del cuerpo se lo permitan.

Para este año planea con su equipo de trabajo un campamento de entrenamiento en España, si las entidades deportivas se lo permiten. “Esperamos que nos den la oportunidad porque tenemos fe que haciendo eso podremos mejorar la marca y la preparación para Santiago. Hemos demostrado que damos la talla”, acota.

La proyección es superar los 5.40 metros y ponerse entre los mejores garrochistas del continente. Sabe que puede lograrlo.