Los recuerdos del duro momento que vivió el domingo 7 de agosto se mantienen en la mente de Diego Lara. El juez central junto a sus asistentes dirigían el juego entre Deportivo Quito y Espoli, por el torneo de segunda categoría de Pichincha, sin mayores problemas hasta que llegó el empate del cuadro visitante.

Fue en los minutos adicionales y desató los reclamos de los hinchas chullas. Los más furiosos, tras el pitazo final, decidieron saltar a la cancha para agredir a los jueces. Un aficionado aprovechó que Lara estaba de espaldas para darle una patada y desde ese momento continuaron las agresiones contra los réferis.

“El golpe que recibí en la espalda pudo ser muy grave, me levanté sin saber qué consecuencias iba a tener. Si era un poco más a la izquierda pude quedarme sin movimiento en las piernas”, relató.

Contó que con sus compañeros buscaron dispersarse al ver que los hinchas estaban violentos y que el resguardo policial no fue el necesario.

“El cuarto árbitro (Manuel Sellán) no pudo entrar al túnel y sale corriendo. Pasa junto a la policía y no recibe la protección”, señaló Lara.

Sellán fue el que llevó la peor parte y presenta fractura de la nariz. Fueron minutos de terror los que pasaron y que los han puesto a reflexionar en si continuarán en esta profesión.

“Llegué a temer por mi vida. Mi familia está muy preocupada, estamos conversando para decidir si continúo en el arbitraje”, afirmó Lara.

El árbitro central y sus asistentes acudieron a la Fiscalía para presentar una denuncia por las agresiones. “Queremos que se cumpla la ley, estos hechos deben cortarse. Nos sorprendió que el médico de la Fiscalía no nos puso ni un dedo encima para examinarnos y nos dio tres días de incapacidad, lo cual solo da para una contravención al agresor. Pedimos una ampliación para buscar una sanción más fuerte”, indicó Lara.

LA SANCIÓN

La Asociación No Amateur de Pichincha (AFNA), organizadora del torneo provincial de segunda categoría dio a conocer la tarde del martes 9 de agosto la sanción para Deportivo Quito por los incidentes con sus hinchas.

Los chullas recibieron una multa de $ 200 y no podrán contar con público y sus tres próximos partidos como local, los que además no se podrán disputar en el estadio Atahualpa.