En medio de la preocupación e incertidumbre por la propagación del coronavirus, dos de los equipos de fútbol más poderosos de Europa, el Liverpool de Inglaterra y el Barcelona de España, mostraron su lado más solidario al ofrecer ayuda de distintas maneras a la población de sus respectivos países afectados por la pandemia.

Ayer, el club inglés, actual campeón europeo y del Mundial de Clubes, ofreció a los supermercados de la zona de Mersey la colaboración del personal de seguridad que brinda sus servicios habitualmente en el estadio de Anfield.

El mensaje, publicado en las redes sociales por el director ejecutivo del club "red", Peter Moore, resaltó que "son claramente los mejores en este tipo de trabajo".

"Mensaje a los gerentes de supermercados aquí en las orillas del Mersey. Nuestro personal ofrece voluntariamente su tiempo y habilidades para ayudar a controlar el flujo de personas, administrar colas, controlar los aparcamientos, ayudar a los ancianos y discapacitados a llevar su compra al automóvil etc...", señaló.

"Son claramente los mejores en este tipo de trabajo y estarían encantados de ayudar de la forma que se considere apropiada (y segura) en sus instalaciones", prosiguió.

Por su parte, el Barcelona de España puso a las órdenes, el domingo, el Camp Nou, el Palau Blaugrana y el resto de sus instalaciones deportivas a disposición de la Generalitat (organismo político de la comunidad autónoma de Cataluña) ante un hipotético colapso de la sanidad o cualquier otra circunstancia extrema por la que fuera necesario habilitar diferentes espacios para hacer frente a la demanda social a causa del coronavirus .

Fuentes de la entidad azulgrana confirmaron que se trata de un ofrecimiento genérico, tratado en su día en la junta directiva, aunque es poco probable que llegue a ejecutarse pues la ciudad cuenta con numerosas instalaciones más adecuadas para este tipo de contingencias. La Masia es el único centro que evitaría ceder, ya que la residencia de las categorías inferiores están plena de objetos personales de los jugadores que viven allí y que ante el cese de actividades deportivas se han recluido en sus casas.