Aunque ya no dependen solo de ellos, para los hinchas de Barcelona el Clásico del Astillero es un partido especial y ganar es lo único que les interesa. Por la historia, y porque eso los mantendría aún con esperanzas de llegar a la final ante Independiente, alistan una fiesta.

A pesar de que no van a estar en el estadio Capwell, tendrán un día (12/11/23) en el estadio Monumental, como si allí fuera el partido.

Hay dos programas para mañana. El primero es algo que se ha hecho tradición: el famoso banderazo, donde los fanáticos despiden al equipo al salir de su concentración. La actividad ha tomado fuerza desde que se juega sin hinchada visitante de los equipos del Astillero en Guayaquil.

Raúl Montoya, hincha amarillo, es claro: “Los clásicos son fiesta aparte, la que vamos a vivir va a ser con la familia amarilla; será un día diferente”.

Luego del banderazo, los hinchas se quedarán en la explanada del estadio Monumental, afuera de la general Carlos Muñoz, debido a que tendrán concursos, el ánimo de la hinchada y el partido en pantalla gigante.

Raúl Neira comenta que el sentir de Barcelona es como la religión, tienen que estar cerca del equipo y darle la bendición para que le vaya bien en el Capwell.

Mientras que el hincha Bryan Santana comentó: “Es la mejor manera de decirle a Barcelona que no está solo, que siga entregando todo en la cancha”. Dependiendo del resultado del Clásico del Astillero y el de Liga de Quito frente a Libertad, podría ser el último baile de la hinchada amarilla de 2023. O podrían seguir soñando en ganar la segunda etapa de LigaPro.

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