Independiente del Valle está a cuatro partidos de jugar su primera final de LigaPro. Tiene tres puntos de ventaja sobre sus escoltas, Emelec y 9 de Octubre, además de contar con un calendario que, en el papel, es favorable.

De los cuatro partidos, tres son ante rivales que están en la parte baja de la tabla acumulada. El otro partido será ante Emelec, en Sangolquí. Es decir, tendrá la ventaja de la localía.

El entrenador Renato Paiva no quiere darle una lectura equivocada a la situación. Para él los cuatro encuentros serán verdaderas finales. Lo único que anticipó es que no negociará el estilo ni el trabajo para conseguir los resultados.

“En este campeonato cualquiera le gana a cualquiera, ya quedó demostrado en las fechas anteriores. Son verdaderas finales y hay que tomarlas con toda la seriedad”, indicó.

Y aunque Paiva rechazó tajantemente el término “favorito”, los números se inclinan a su favor.

Olmedo, su rival del fin de semana, ya está descendido. Es cierto que el ambiente interno de ese club cambió con el ingreso de la nueva directiva, pero continúan las limitaciones financieras para completar la plantilla. Y encima, cinco jugadores recién se sumaron al trabajo este miércoles 27 de octubre, debido a que estaban con un proceso gripal.

“No es excusa, pero me gusta hablar las cosas como son. Igual, nosotros trataremos de cortar sus circuitos de juego, mantener el arco en cero en el primer tiempo y proponer un juego directo en el segundo”, anticipó el entrenador del equipo de Riobamba, Nelson Brito.

Guayaquil City será el siguiente rival del rayado. El equipo citadino está en la parte baja de la tabla y su objetivo principal es la permanencia. Restan 12 puntos por disputarse y el equipo de Pool Gavilánez está a cinco unidades del Manta, que marcha en la penúltima casilla de la acumulada. Esa es la que determinará al otro descendido.

Es decir, todavía tiene margen de error para evitar el descenso. Pero, es lo único real en sus aspiraciones para la recta final del campeonato. Está a ocho unidades de los puestos de clasificación a la Copa Sudamericana.

Deportivo Cuenca vive una realidad similar. El equipo morlaco está a seis puntos del descenso y a siete de la Copa Sudamericana. Además, será el rival del rayado en la última jornada, en la que podría ya tener asegurada la permanencia y eliminadas todas sus opciones de llegar al torneo internacional.

Con Emelec la situación es distinta. El Bombillo pelea por dar la vuelta olímpico de manera directa. Este partido es considerado como una final adelantada para los azules, ya que podría marcar el cierre de la temporada.

Este escenario es especial para Independiente. Lo reconoció su gerente Santiago Morales. Por ello, será vital que cuerpo técnico y los más experimentados transmitan tranquilidad a los jóvenes. “Estamos viviendo mucha ansiedad, no hemos estado tan cerca de ganar una etapa y jugar la final. Esperemos que podamos levantar el trofeo”, dijo el directivo.