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Los jugadores de Botafogo saltaron a la cancha con un cartel refiriéndose a los protocolos y a salvar vidasVITOR SILVA

El Botafogo de Gabriel Cortez jugó bajo protesta

El equipo aclaró que no está de acuerdo con el regreso al fútbol en Río de Janeiro. También protestó en contra del racismo

El Botafogo, uno de los clubes más tradicionales de Brasil, regresó este domingo a la cancha tras 105 días de inactividad para un partido por el Campeonato Carioca en el que protestó tanto por el reinicio del fútbol en Río de Janeiro en medio de la pandemia del coronavirus como contra el racismo.

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En lo futbolístico, que quedó en segundo plano, Botafogo goleó por 6-2 al Cabofriense y el ecuatoriano Gabriel Cortez estuvo en el banco de suplentes.

Los jugadores del Botafogo, con el ídolo japonés Honda como capitán, dejaron claro que no apoyan la retomada del fútbol en momentos en que tanto Brasil como Río de Janeiro registran un creciente número de muertes por coronavirus.

El campeonato que enfrenta a los principales clubes del estado de Río de Janeiro, retomado hace diez días, fue el primero en toda Sudamérica en ser reiniciado tras tres meses de paralización por las medidas de distanciamiento social impuestas para frenar la pandemia.

Botafogo y Fluminense criticaron el reinicio del campeonato con la pandemia aún fuera de control en Río de Janeiro, pero sus recursos fueron rechazados por la Justicia Deportiva por lo que no tuvieron más remedio que volver a la cancha.

Con un uniforme totalmente negro en señal de luto diseñado especialmente para la ocasión, el Botafogo homenajeó a los médicos y enfermeros que ponen en riesgo sus vidas para atender a los pacientes con COVID-19.

"Gracias profesionales que están en la línea del frente contra el COVID-19", según un mensaje estampado en el uniforme del Botafogo, en el que han militado ídolos brasileños como Garrincha, Nilton Santos, Zagallo, Jairzinho y Didí.

En un mensaje que publicó en sus redes sociales antes del partido, la dirección del Botafogo dejó clara su posición contra al retomada del fútbol y aclaró que, pese a que luchó hasta el límite contra la decisión, no le quedó otra opción que "respetar la justicia deportiva".

Como si fuera poco, los jugadores del Botafogo cargaron hasta el centro de la cancha un inmenso letrero en el que se leía el mensaje "Protocolo bueno es el que respeta vidas".

Fue una referencia al protocolo de seguridad sanitaria que tiene que ser seguido en los partidos del Campeonato Carioca para evitar el contagio del coronavirus y con el que la alcaldía de Río de Janeiro justifica su decisión de permitir el regreso del fútbol a estadios inicialmente sin público.

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Pero el conjunto de Río de Janeiro también aprovechó el uniforme para unirse a las protestas mundiales contra el racismo con otro mensaje estampado: "Vidas negras importan".

Y su protesta no paró en eso. A sólo un minuto de iniciado el partido, todos los jugadores del Botafogo se arrodillaron en la cancha para imitar un gesto que se ha convertido en símbolo de las protestas mundiales antirracistas contra la muerte de George Floyd a manos de la policía, el 25 de mayo pasado en Mineápolis.

Los jugadores del Cabofriense, en solidaridad, detuvieron el balón y esperaron que los del Botafogo se levantaran para proseguir el partido.

Según el boletín divulgado este sábado por la secretaría regional de Salud, en el estado de Río de Janeiro se registraron en las últimas 24 horas 202 nuevas muertes y 306 nuevos casos de la enfermedad. En total el estado de Río de Janeiro acumula 9.789 víctimas y 108.803 contagios.

Tales cifras confirman al estado como el segundo más afectadas por la pandemia en Brasil, que es uno de los nuevos epicentros mundiales del coronavirus.

Tras cuatro meses desde el primer caso, Brasil acumulaba hasta este sábado 57.070 muertes y 1.313.667 casos por la pandemia, que lo confirman cono el segundo país con más víctimas y contagios de coronavirus en el mundo después de Estados Unidos.