Barcelona: Tarde amarilla en Nueva Jersey con felicidad, tristeza y perdidas

Es la mañana del miércoles 7 de febrero del 2024 en Queens, Nueva York. Cindy Garzón, hincha ecuatoriana de Barcelona, recibió un pedido especial: conseguir entradas para ver la primera fiesta amarilla que el Ídolo jugará este domingo 11 de febrero, desde las 12:30, en el estadio Hinchliffe de Paterson, de Nueva Jersey, ante Chiriaco FC.

Cindy, quien al igual que su esposo Hernán Peralta es “amarilla de corazón”, reveló que la noticia la tomó por sorpresa. Si bien había un rumor, nada era confirmado hasta que el martes el alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, no dio los permisos para que el club haga la Noche Amarilla con público. Entonces todo se fue a Estados Unidos.

En cuestión de minutos, Cindy accedió a la página web boletosexpress.com y pagó 195 dólares por las tres entradas, a razón de $ 65 cada una. Aquí no hay descuento por niños.

“El tener un partido de presentación de Barcelona aquí es increíble e imperdible”, dijo Garzón emocionada.

La dirigencia canaria se movió y sacó los boletos a la venta para un evento particular. Pero no todo es felicidad.

A 4.681 kilómetros de distancia, en Manta, está la otra cara de la Noche Amarilla. Humbolt Espinar, líder de la barra Sur Oscura de Manabí, tenía todo listo y pagado para venir el 24 de febrero a la fiesta amarilla, pero ahora ya no podrá.

“Todos los años, menos en el 2021, hemos ido al Monumental. Para el hincha canario no es una fiesta normal, es el reencuentro de fanáticos de todo el país; pero nos cerraron las puertas. Claro que nos quedamos con tristeza, pero es la realidad que vivimos”, aseguró Espinar.

Aquiles Álvarez, burgomaestre de la ciudad, lo lamentó. “Me duele muchísimo, pero así es la vida, estamos en esta situación: Decreto 110 y Decreto 111, en estado de excepción, conflicto armado interno. Me da muchísima pena, pero priorizamos la seguridad de todos”, al confirmar que no habría Noche Amarilla con público y que si se hace será como en el 2021, con las gradas vacías.

El hecho de que no haya aficionados para Barcelona representa pérdidas de cerca de un millón de dólares; desde la taquilla hasta los auspiciantes de ese día, así como la Noche de Gala que se hace un día antes. Sin contar con los derechos de televisión e indumentaria especial para ‘la gran fiesta’.

Una fuente en Barcelona le contó a EXPRESO que el partido en Estados Unidos “es como un homenaje a los hinchas que están allá” y que la taquilla podría llegar a los $ 400.000, pero que con gastos de producción del show y logística salvan en algo ‘los muebles’.

“Será un homenaje para el hincha emigrante ecuatoriano de los tres estados: Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut”, reveló la fuente.

Víctor Pincay, jefe de la barra Sectima Oscura en Estados Unidos, es uno de los más emocionados. “Hay que ser claros, la fiesta de Barcelona no es ganancia para el equipo, pero para nosotros que estamos acá será como un milagro ver a Barcelona; nos llenará de energía”, le dijo a EXPRESO desde Nueva York.

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