Como parte de los festejos en la Noche Blanca, que presentó la nueva plantilla e indumentaria de Liga de Quito, hubo un invitado muy peculiar: un balón robot que se movía por sí solo.

Se trató de una pelota manejada a control remoto, que sirvió como preámbulo de la presentación del equipo femenino del Rey de Copas. Una terna arbitral simuló una parte de un cotejo, pero sin jugadores en la cancha.

El juez dictaminó un tiro libre y el balón se movió solo hacia un costado del gramado. Luego se cobró el disparo sin que nadie pateara, sino que la pelota se movió cerca del área.

Finalmente, el árbitro pitó un tiro penal y la bola se colocó en el cuadrado del arco. Y, lentamente, ingresó a las redes, para que se celebre un gol.

Esta fue una estratega de marketing que tuvo el objetivo de 'enganchar' a los aficionados a poyar el fútbol femenino tanto como al masculino. Fue la forma de mostrar al público la plantilla de mujeres que los albos preparan para este año.