Aucas vive de final en final. Y las ha superado todas. Desde la llegada del entrenador César Farías no ha perdido un juego por LigaPro y tiene la primera opción para quedarse con la segunda etapa.

El fin de semana tendrá una nueva gran prueba: recibirá a Emelec en el estadio Gonzalo Pozo Ripalda, al sur de Quito.

El Bombillo es su inmediato perseguidor y su principal amenaza. Están separados por cinco puntos, pero los dirigidos por Ismael Rescalvo tienen un partido pendiente. Es decir, los azules dependen únicamente de sus resultados para quedarse con el boleto a la final.

Aucas, sin embargo, tiene razones para confiar. Los números inclinan la balanza a su favor para el domingo.

Como local, el equipo capitalino ha jugado cuatro partidos en esta fase. De ellos ganó tres y empató uno. Anotó 10 goles y concedió dos.

Mientras, Emelec, de visitante, ha sufrido un par de resbalones. De sus cuatro salidas ganó dos, empató una y perdió otra.

En líneas generales, los números de Aucas son mejores. Ostenta la delantera más efectiva con 17 tantos a favor y seis en contra. Mientras, los azules convirtieron 14 goles y han recibido siete.

De paso, Aucas es el mejor equipo del año hasta el momento. Es líder en la acumulada con 47 unidades.

Para el arquero Hernán Galíndez ha sido clave la comunión del grupo y el apoyo de los hinchas. “Fue increíble cómo nos sostuvieron (los aficionados) en los minutos finales contra Universidad Católica. Impresionante su empuje. Estuvieron ahí cuando más los necesitamos”, recordó.

Juan Tévez explica que esa unión se debe a la mano de César Farías. “Nos trata muy bien y arma actividades entre nosotros fuera del campo. Hacemos asados, compartimos mucho con los juveniles. En realidad somos un grupo de amigos”, indicó el atacante.

Roberto Ordóñez respalda el criterio de ambos, pero le da un espacio a la fe. “Esto lo hizo el señor. Todo es por su mano. Confiamos en Él”.

El asistente técnico de César Farías, el venezolano Pedro Depablos, le puso los paños fríos al momento. “No hemos conseguido nada. El ambiente de fiesta está bien para los aficionados. Nosotros no tenemos ningún tipo de triunfalismo, estamos con la cabeza fría y muy enfocados. Sabemos que ahora se viene un rival durísimo como es Emelec”.

Para él, las últimas fechas tendrán un denominador común: la carga mental.

Por ello, sentenció Depablos, será vital mantener la calma dentro del grupo y evitar caer en el exceso de confianza. Y, de paso, tratar de disminuir la cantidad de suspendidos. Contra Universidad Católica no contaron con tres jugadores. Ni el entrenador Farías pudo estar en la zona técnica por una suspensión.