Un nuevo problema se avecina para Barcelona, situación que ha obligado a la dirigencia encabezada por Carlos Alfaro Moreno a replantearse un tema que parecía casi cerrado, Michael Arroyo.

Las deudas acumuladas con el futbolista, quien en su momento de negó a unirse a los entrenamientos del equipo amarillo -justamente por ese tema- habrían derivado en un reclamo de carácter laboral, cuya cuantía sería cercana a los 2'500.000 dólares.

El jugador, que en 2018 dio positivo en un control antidoping, luego de haber disputado el Clásico del Astillero, se ha mantenido alejado de las cámaras, pero ayer trascendió que las deudas incluirían sueldos y primas que no fueron canceladas en su debido momento.

Tomando en consideración la crisis económica de la institución, una alternativa para conciliar, sería que Arroyo se sume al plantel 2020, con un contrato que incluiría cláusulas especiales.

La falta de recursos tendría un daño colateral. El 31 de diciembre de 2019 vence el plazo para que el Ídolo haga uso de la opción de compra definitiva de los derechos deportivos de Leonardo Campana, valorados en 500.000 dólares. 

El futbolista quiere quedarse en el equipo, pero en la fecha antes señalada quedará en libertad de negociar con cualquier otro equipo que requiera de sus servicios, causando un nuevo perjuicio económico para los toreros.