Desde que se nombró a Carlos Galarza como nuevo presidente de la Comisión de Arbitraje de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), la asociación de jueces deportivos mostró un descontento con dicha decisión.

Luis Muentes, presidente de la Asociación Ecuatoriana de Árbitros de Fútbol (Aedaf), habló con una emisora de radio local, en la que anunció que la entidad ecuatoriana mantiene una deuda de hace más de un año con la Aedaf, que suma un millón de dólares.

Sin embargo, dicha queja nació a raíz de que, a decir de Muentes, hay críticas por la inclusión de Galarza en el cargo, porque "él tiene un pasado oscuro con el arbitraje ecuatoriano. Las cosas hay que decirlas como son".

“Nosotros hemos perdonado deudas de casi un año que tiene la FEF con nuestro gremio porque entendemos que es un nueva dirigencia y tienen que trabajar", indicó Muentes. Las quejas por falta de pago no son nuevas: en enero, el cuerpo exigió que se salde la deuda y hubo malestar tras conocer el informe económico que presentó el directorio en el último congreso.

"Nos ha manifestado la Ecuafútbol que en 2019 no hubo ingresos, que están con déficit y que esperan que este 2020, con las eliminatorias, puedan recuperarse económicamente y cumplirnos", agregó Muentes.

Repercusiones

Después de que se conoció la decisión de incluir a Galarza en el cargo, la Aedaf emitió un comunicado oficial en el que manifestó que los árbitros no actuarán en los torneos dirigidos por la FEF.

"Ante la decisión del Directorio de no tomar en cuenta nuestro pedido justo y necesario para el crecimiento del fútbol ecuatoriano, nuestro gremio ha tomado como resolución no asistir a ninguna programación que esté bajo la organización de la FEF", indica el documento. 

Los torneos a los que hace mención el documento, son la SúperLiga Femenina, Copa Ecuador, categorías formativas y Segunda Categoría. No se considera en la medida al torneo regular, organizado por la LigaPro.