Con apenas 8 años de edad, el coeficiente intelectual de Alondra Bagatella es de 139, cifra que la encasilla en el rango de superdotada. A ello tiene que sumársele que sale del parámetro regular cognoscitivo de los mexicanos (es nacida en Guadalajara) y que ama el ajedrez, deporte en el que ya ostenta varios títulos internacionales y que, dice, quiere popularizar en su país.

La pequeña genio mientras habla se resguarda en sus muñecos de peluche. Cuenta que a la par de perfeccionar su técnica de ajedrez aprende de astrofísica, artes plásticas y robots.

Duda sobre si prefiere la ciencia o el deporte que practica desde los cinco años, pues ambos satisfacen su mente, pero tiene claro es que su pieza favorita del ajedrez es el peón.

“El peón es el que tiene más jugadas y en cada casilla tiene una jugada diferente, el peón puede llegar acá (al final del tablero) y convertirse en una dama (reina)”, explica.

Actualmente Alondra cursa educación básica, tiene cuatro instructores de ajedrez, una psicóloga deportiva y desde 2023 es candidata a maestra por la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), el primero de cuatro niveles de pericia.

El reconocimiento fue posible tras los logros alcanzados en el North American Youth Chess Championship, donde fue la mejor mexicana y la tercera de Norteamérica, solo detrás de dos niñas de origen chino-estadounidense, explica su padre, César Bagatella.

Desde 2022 la pequeña ha participado en 52 torneos oficiales locales e internacionales y ha competido con personas de mayor edad. Ha conquistado los primeros lugares en categoría femenina y en absoluto (mixtos) en torneos como los Juegos Deportivos Nacionales Escolares o el Campeonato Nacional e Internacional Abierto Mexicano de Ajedrez, entre otros.

Su logro más reciente fue en el ChessKid National Festival, en Estados Unidos, donde fue vicecampeona de la categoría K-3 U800 absoluta y campeona de la categoría damas, esto casi a la par del Torneo Selectivo Estatal de Ajedrez Jalisco 2024, del que salió como monarca de la categoría Sub 12 femenina.

Alondra asegura que la competencia más difícil fue el XXXIII Pan-American Youth Chess Festival 2023, por el nivel de sus contrincantes y en donde se coronó como la mejor latinoamericana y obtuvo el octavo lugar por debajo de sus oponentes chinos, estadounidenses o indios.

“Es mejor ganar (en Estados Unidos) que en México, porque casi no hay de Estados Unidos, todos son chinos o indios; los de Estados Unidos no son tantos”, afirma con seguridad.

En ella el coeficiente intelectual de 139 representa cerca de 50 puntos más que el promedio en México y 33 arriba de los japoneses, por lo que es vista con gran futuro en el deporte, y en los estudios.

En esto último, aunque la astrofísica es una de las actividades que más le interesan, en especial lo relacionado con el sistema solar, Alondra afirma que no quiere ir al espacio, sino dedicarse toda la vida al ajedrez y ganar un campeonato mundial.

“A la NASA no quiero ir, quiero jugar ajedrez (cuando sea grande)”, afirma tajante.

Su padre asevera que el ajedrez la ha ayudado a desarrollar su pensamiento lógico-matemático y no descarta que elija una carrera relacionada a estas áreas.

“El ajedrez le ha ayudado a hacer crecer todo su pensamiento lógico, es muy matemática, es muy bien ubicada, le gusta la robótica, las matemáticas, las artes y sigue creciendo en todas las áreas; en Lego ya está por terminar el plan de estudios de nivel secundario, aunque es una niña de ocho años”, expresa.

Pese a que Alondra ha manifestado que quiere estudiar Arquitectura, es el ajedrez en donde su padre la observa con más entusiasmo.

“Quiere llegar a ser gran maestra en el ajedrez. En la FIDE, para las mujeres, hay cuatro títulos que son: maestra, maestra FIDE, maestra internacional y gran maestra; el año pasado ya obtuvo el primer título”, detalla.

Tanto Alondra como su padre saben que en el ajedrez pocas mujeres destacan por las condiciones en las que desarrollan su carrera y la manera en la que la sociedad percibe a quienes se dedican a este deporte. Aún así, Alondra dice “que ellas (las niñas) hagan lo que quieran. No porque haya más niños en el ajedrez, (ellas) no pueden hacerlo”.

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