Ciencia y Tecnologia

Covid-19: ¿Qué genera una respuesta inmune más fuerte: la infección natural o la vacuna?

Esta es una pregunta aún sin respuesta oficial. Sin embargo, expertos analizan las posibles respuestas y determinan quién debería vacunarse y quién no

Coronavirus vacuna
Personal de la Salud realiza un hisopado a un paciente de la Covid-19 el 30 de septiembre de 2020.EFE

Reino Unidos y Estados Unidos iniciaron ya su programa de vacunación masiva contra el coronavirus con la vacuna de Pfizer/BioNTech.

Coronavirus vacuna

Sanitaria de EE.UU. sufre la misma reacción a la vacuna que dos británicos

Leer más

La inmunización, producida en Bélgica, es un nuevo tipo de vacuna llamada ARN que utiliza un pequeño fragmento del código genético del virus para enseñarle al cuerpo a combatir la covid-19 y generar inmunidad.

El resto de las vacunas —incluidas la rusa Sputnik V, que comenzó a suministrarse de forma masiva en Moscú, la china Sinovac, la estadounidense Moderna o la británica Oxford-AstraZeneca— continúan en la carrera y la aprobación de algunas de ellas se espera de forma inminente.

En Reino Unido, los primeros en recibir la dosis inicial de las dos necesarias para alcanzar la inmunidad completa son las personas mayores de 80 años, los profesionales de la salud en primera línea, así como los trabajadores de las residencias de ancianos.

Pero hay una pregunta aún sin resolver: ¿Qué genera una respuesta inmune más fuerte: la infección natural o la vacuna?

"Hay algunas enfermedades donde la vacuna protege más que la enfermedad y otros casos donde la enfermedad brinda más protección que la vacuna".

Carlos Rodrigo, vacunólogo en Barcelona, le explica a BBC Mundo

En enfermedades clásicas como el sarampión, la varicela o las paperas, la infección natural es la que otorga una inmunidad más prolongada, donde lo habitual es que una vez que la pasas no te vuelvas a enfermar.

vacuna-covid-coronavirus-pfizer

El 25% del mundo accedería a vacuna covid-19 recién en 2022

Leer más

En otro tipo de infecciones, como las provocadas por neumococos o meningococos (dos tipos de bacterias) en niños o por el virus del papiloma humano (VPH) —un grupo de virus que puede causar verrugas y varios tipos de cáncer— la situación es exactamente opuesta.

En el caso del VPH, por ejemplo, la vacuna genera una respuesta inmune más potente que la inmunidad natural, ya que esta última es particularmente débil.

Esto se debe a que, entre otra cosas, el virus emplea varias tácticas para evadir al sistema inmune, le explica Maitreyi Shivkumar, a BBC Mundo. Ella es profesora de Biología Molecular en la Facultad de Farmacia de la Universidad De Montfort, en Reino Unido.

"Muchos virus, entre los que se incluye el VPH tienen proteínas que bloquean la repuesta inmune o simplemente mantienen un perfil bajo para no ser detectadas".

En cambio la vacuna, "contiene una concentración alta de una sola proteína —la que sobresale de la superficie del virus y la que detecta el sistema inmune— en su forma más pura".

Al suministrar una gran cantidad de esta proteína, la respuesta que se genera es mucho más fuerte, señala Shivkumar.

ensayo vacuna referencial

América Latina empieza a dar luz verde a la vacuna contra el coronavirus

Leer más

Y, además, la vacuna permite que, "de cierta forma, el sistema inmune no se distraiga con otros trozos del virus (como ocurriría en una infección natural)", añade la experta, aunque aclara que son pocos los casos donde la inmunidad generada por la vacuna es mayor a la que suscita la infección natural.

"Por lo general las vacunas son tan buenas como la infección (en este sentido), o brindan suficiente inmunidad y eso es lo que se quiere lograr".

¿Cómo se posiciona la covid-19 en este sentido?

Dado que se trata de una enfermedad nueva y de que los estudios sobre la vacuna fueron diseñados para determinar su seguridad y eficacia más que para evaluar la longevidad de la inmunidad, no sabemos con exactitud por cuánto tiempo se extiende el efecto protector de ninguna de las dos.

Lo que sí se sabe es que, a diferencia de la infección natural, de la que podemos recibir una dosis viral variable (alta, mediana o baja) que produce diferentes niveles de inmunidad. Cuando te suministran una vacuna, recibes una dosis predeterminada que sabemos provoca una respuesta inmune fuerte y apropiada, capaz de prevenir la infección en un gran porcentaje de los casos.

"Hay muchas similitudes: las dos cosas —la infección natural y la vacuna— generan anticuerpos neutralizantes e inmunidad celular (el proceso que activa entre otras cosas a las células T)".

Jennifer Gommerman, inmunóloga de la Universidad de Toronto, Canadá

"Pero una de las grandes diferencias es que las vacunas no provocan el daño colateral de una respuesta inmune extremadamente robusta, que en mucha gente puede ser perjudicial y causar daño en los pulmones", explica la experta.

Sin vacuna, dice Carlos Rodrigo, atravesar la enfermedad es "una aventura, un azar, una ruleta rusa: mientras que a algunas personas no les ocasiona ningún problema, a otras les causa problemas gravísimos. Y a otras no tan graves pero persistentes en el tiempo, e incapacitantes".

Por último otra de las ventajas de la vacuna es que al suministrar una dosis fija, "se garantiza una respuesta imunitaria estandarizada en toda la población. Es una forma de controlar la respuesta y no dejarla al azar", añade Shivkumar.

43

Vacuna contra la COVID-19: en Ecuador será gratis, pero no disponible para los que ya se contagiaron

Leer más

Y si tuve covid-19, ¿es necesario vacunarme?

En opinión de los expertos, deberías dejar que vacunen a otros primero porque tu cuerpo todavía debería tener memoria del virus y por lo tanto capacidad para combatirlo, pero luego es importante que lo hagas.

"Primero que mucha gente nunca tuvo confirmación de haber tenido el virus", dice. "Cuando nos llega gente que piensa que ha tenido covid-19 y se les hace la prueba de anticuerpos, no siempre dan positivo porque en realidad no han estado expuestos al virus".

Esa ya es una buena razón para darse la vacuna. Pero por otro lado, "hasta donde sabemos, no hay consecuencias negativas de darse la vacuna después de haber tenido el virus. Es como reforzar tu respuesta inmunitaria", señala la experta.