En el oeste de Ucrania, en una pequeña ciudad llamada Novy Rozil, nació Sofiia Kobryn, una activista y diseñadora europea, cuyo amor por la aventura y el temor de una guerra venidera la llevó a encontrar en el centro del mundo, un lugar desde donde levantar su voz.

Su amor por la moda empezó a temprana edad, apenas tenía 4 años cuando observaba con detenimiento y admiración cómo su madre le dibujaba hermosas muñecas con atuendos fascinantes.

“Siempre me gustó jugar con texturas, formas, cortes. Amaba las revistas de moda y a los 7 años ya dibujaba y jugaba con los recortes de las modelos y armaba mis propios atuendos de acuerdo a cómo me sentía cada día”.

Sin embargo, era una niña que no se conformaba con una cosa en particular y tenía numerosos intereses y proyectos de vida. Su insaciable curiosidad la llevó a explorar y probar todo lo que se le presentó, desde estudiar Física Cuántica hasta actuar. Y además de disfrutar deportes como el fútbol o natación, tenía una singular afición por los negocios.

“A los 14 años comencé a ganar mi propio dinero, ya que me dedicaba a comprar ropa en tiendas de stock y las revendía”.

Además, trabajó desde los 15 años, ya sea como camarera, tutora de inglés, redactora, estilista personal, fotógrafa, gestora de proyectos y también como organizadora de eventos y exhibiciones de arte.

Su propia línea de ropa

Viajar, vivir aventuras y conocer nuevos lugares son algunas de las pasiones que Sofiia puede agregar a su larga lista de cosas que disfruta hacer. Cuando tenía tan solo 16 años, hizo su primer viaje fuera de su país en compañía de unos amigos. Compraron boletos baratos de avión y volaron hacia República Checa, y desde entonces, su deseo de explorar el mundo nunca se apagó, es así que durante su juventud visitó aproximadamente 10 países.

“Recuerdo que cuando tenía 17 años les dije a mis padres que me iba a una ciudad cercana a hacer cursos de inglés, pero realmente volé a España durante dos semanas porque ese país era mi sueño desde que tenía 12 años”.

Posterior a esta etapa, ingresó a la universidad a estudiar Administración de Empresas con mención en Hospitalidad y Hotelería. Además, se preparó un par de años en Dirección Cinematográfica, carrera que, aunque no la terminó, le dio el impulso final para planificar ese mismo año la realización de su proyecto más importante, su propia marca de ropa Vast Leaf.

“Está enfocada en el concepto de consumo consciente, interesante y auténtico, que busca el individualismo, el causar esa buena impresión en ti mismo, independientemente de lo que digan los demás”.

La línea cuya producción está temporalmente hecha en Ecuador vende sus productos a nivel nacional, así como a España y Ucrania.

“Es increíble poder conocer y trabajar con personas brillantes a las cuales simplemente les encanta tu producto. Así como comprender que la ropa tiene un significado más profundo y filosófico que simplemente ser cómoda y elegante”.

Y justamente expandir este concepto fue lo que la trajo al país en marzo de este año, para establecerse en el mercado local y mostrarle a la gente algo nuevo y especial. “Ecuador, para mí, es un país de contrastes, de comida infinitamente deliciosa, linda gente y una naturaleza increíblemente hermosa e inspiradora”, manifiesta.

“Es que cuando realmente te apasiona tu negocio, todas las puertas se abren para ti. Y no importa si estás en África, Estados Unidos, América Latina o Ucrania, o si eres de una familia rica, pobre o de ingresos medios. Lo que se necesita es tener una confianza profunda y objetiva en lo que estás haciendo o quieres hacer”

ESSE Nations Foundation

El conflicto bélico que actualmente se desarrolla en Ucrania motivó la creación de ESSE Nations Foundation, una organización que busca ayudar en el desarrollo de niños damnificados de Ecuador y Ucrania, así como a refugios de animales sin hogar en ambos países.

“Trabajamos en proyectos y eventos benéficos directamente con organizaciones y fundaciones y actualmente estamos en proceso de atraer a varios patrocinadores de Europa y de Ecuador interesados en contribuir positivamente a nuestra misión”.

Mientras tanto, la situación en Ucrania continúa crítica y la activista señala que es necesario hablar de ello y hacer algo. “Un ejemplo es la ciudad de Jerson, desde que fue ocupada por tropas rusas se implementó un tipo de cambio que ha aumentado de 2 a 3 veces los precios de alimentos y medicinas, asimismo los dueños de negocios y viviendas han sido desalojados a la fuerza. Hay bombardeos a centros comerciales y edificios residenciales. Es un caos y requieren de nuestra ayuda”.

Sin embargo, pese a todo ese sufrimiento, Sofiia ve esperanza. “Pienso que cada vez los ucranianos demuestran su fortaleza, unidad y que para ellos no hay la palabra imposible, recientemente en solo 3 días, personas de a pie junto a las empresas recaudaron más de 20 millones de dólares para apoyar a nuestra gente”, hecho que la impulsa y motiva a seguir trabajando por su causa.

Personal

• Nació en Novy Rozil, Ucrania.

• Estudió Administración de Empresas y Dirección Cinematográfica en Kyiv National University of Culture and Art.

• Edad 22 años