Rocío Velarde cursaba su último año de Ingeniería Industrial en su Lima natal, cuando un amigo cercano le ofreció hacer unas pasantías en Citibank, la división de consumo de la multinacional de servicios financieros Citigroup.

La idea no le atraía en lo absoluto. “Pensaba que los bancos eran súper aburridos y no tenían nada que ver con lo que yo quería hacer con mi carrera, que era trabajar en fábricas”, recuerda. Sin embargo, rápidamente se enamoró del trabajo y de la organización. Un año se transformó en dos, dos en cinco, y antes de siquiera notarlo habían pasado más de dos décadas.

En 2019 llegó al país como gerente general de la empresa en Ecuador, un cargo que asumió debido a su extensa historia en la transformación de negocios, pero la realidad rápidamente tomó un giro inesperado.

“Yo llegué con el mandato de transformar la sucursal y generar un modelo de negocio más digital. En ese momento estábamos con una muy buena perspectiva de crecimiento, pues Ecuador acababa de firmar un acuerdo con el FMI”.

El paro de octubre generó desafíos inesperados, pero lo que nunca imaginaron fue que los prepararía para la pandemia.

“Por el paro identificamos que había ciertos procesos que no teníamos la capacidad de recuperar remotamente, y nos dedicamos a cerrar esa brecha (...) No imaginamos que nos prepararía para la resiliencia operativa que tendríamos que mostrar más adelante”.

Cuando llegó al país, Velarde se convirtió en la tercera gerente general de la sucursal ecuatoriana de la multinacional, y además de enfrentarse al cambio de paradigma que supuso la covid-19, también se vio en la posibilidad de continuar impulsando uno de los pilares fundamentales en los que creía: la diversidad.

“Cuando yo entré a la industria financiera, ni siquiera se hablaba de equidad de género, era un tema muy lejano y esa no era solo la realidad de la empresa, sino de la industria en sí. Pero en la última década he visto una transformación muy enfocada en la diversidad y la equidad de género”, puntualiza.

ROMPER EL TECHO DE CRISTAL

Con ese fin, Velarde empezó a fortalecer el trabajo que ya realizaba la multinacional y a impulsar el trabajo de sus propias ejecutivas. A la par, la compañía firmó un convenio con ‘El Club de 30 %’, una iniciativa global que busca garantizar la presencia de un 30 % de mujeres en las juntas directivas empresariales. Para ello, altas funcionarias dan mentorías a ejecutivas jóvenes.

“Trato de que sea una relación equitativa, porque yo no tengo todas las respuestas, y es necesario compartir mis propios desafíos y malas experiencias a la par de las buenas”, sostiene.

Añade que equilibrar la familia y la maternidad con sus carreras sigue siendo algo que preocupa a muchas profesionales, y que afecta cómo plantean sus propias metas. “Hay que vivir en el presente y no preocuparse por cómo será el mañana, cuando se tenga una familia, incluso antes de tenerla”, reflexiona. “No es fácil, pero se puede hacer”.

Está casada y es mamá de dos niños. Señala que dedica su tiempo libre a pasar tiempo de calidad con su familia.

ASEGURANDO EL FUTURO

A la par de su lucha por la equidad, Velarde también apoya varios proyectos de responsabilidad social desde la Fundación de la empresa, enfocados hacia la seguridad alimentaria.

Este año, la entidad global ha lanzado convocatorias para proyectos que luchen contra la falta de acceso a alimentos, y se encuentra promoviéndolos de manera enérgica.

“Este es un tema que nos afecta mucho, pues los índices de desnutrición crónica infantil en Ecuador son los segundos más altos de la región y creemos que para tener un país que prospere, debemos garantizar que la infancia prospere”.

PERSONAL

1. Estudios. Es ingeniera industrial por la Universidad de Lima.
2.  Tiene un MBA en Negocios Internacionales del Thunderbird School for Global Management. Cargo. 
3. Es gerente general de Citibank Ecuador desde 2019.

CARA A CARA

• -¿Qué consejo siente que es indispensable para las jóvenes ejecutivas?

Que crean que es posible, que no se pongan barreras, pues sí se puede lograr un equilibrio entre las metas profesionales y las metas personales.

• - ¿Cómo siente la responsabilidad de ser vista como mentora?

Es una experiencia enriquecedora. Es chévere poder compartir las experiencia buenas y malas, los desafíos; pero también gano mucho escuchándolas y aprendendiendo juntas.

• - ¿A qué dedica su tiempo libre?

Me encanta leer, hacer yoga, pasar tiempo con mi familia y pasear. En la noche, antes de dormir, les leo cuentos a mis hijos y luego me acuesto con mi propio libro.

• - ¿Dónde viaja?

Con mi esposo y mis hijos viajamos mucho por Ecuador, hemos podido encontrar maravillas cerca de Quito y nos hemos ido en auto hasta la Amazonía.

• - Cuál es su paisaje favorito de Quito?

El Panecillo.¡Me encanta!