El hombre es ritualista por naturaleza. La mayoría suele tener un secreto o amuleto para que le vaya bien y protegerse del mal. Y al empezar un nuevo año, estas creencias paganas se activan en el inconsciente colectivo, “lo cual es bueno porque así la persona se va a sentir más empoderada, confiada y con actitud positiva”, expresa Karina González de Cucalón, terapeuta familiar.

La experta aconseja que para tener un año próspero vale aplicar la regla mágica del TRY (T = Teos, Dios; R = Rule, la regla; Y= You, tú). Esto significa que debe incluir a Dios en sus planes y agradecerle por lo bueno y malo que llegue a su vida, “y con mente y actitud positivas enfocarse y conectarse con el flujo de prosperidad del Universo”.

Aquí unos rituales sencillos que puede practicar para despedir el año viejo y dar la bienvenida al nuevo.

Purifíquese

- Adiós a las energías negativas. Hágase un baño o exfoliación con mucha sal, cuidando las partes sensibles del rostro. Eliminará toxinas y mejorará su estado anímico. Realice el ritual una vez a la semana.

- Hierva romero, eucalipto o hierbabuena; si prefiere, flores que sean rosas, violetas o jazmines. Ellas crean una barrera de protección a su alrededor, cambiando esa energía llamada humor. Además, su cuerpo olerá bien. Esta preparación también la puede usar para limpiar su casa, como enjuague final.

Para la prosperidad

- Adquiera una alcancía dorada o píntela y empiece el nuevo año depositando dinero y diga este mantra: “El dinero llega a mi vida todos los días fácilmente, rápida y constantemente, abundantemente, de buena fuente todos los días, gracias. O repetir 33 veces: “Oh Universo te doy las gracias porque la abundancia ahora es mía”.

- Alhajas de oro. Úselas el 31 y el 1 de enero . El metal en su cuerpo sana la psicología y magnetiza la prosperidad. Evite objetos de cobre o estaño porque atraen energías malas. Use joyas con amatista, zafiro azul o esmeralda. La primera tiene la cualidad de transmutar toda energía o karma negativo, y el cuarzo es la piedra del amor y la paz.

En su casa

- Limpie y remueva el polvo, la costra de suciedad que hay en las paredes, cocina, baño y pisos.

- Despréndase de lo viejo, sucio, dañado y aunque sea repetitivo, verifique que en el patio y frente a su casa no haya nada acumulado o tirado, ni siquiera en su clóset.

- Píntela, así se ahuyentan las malas energías.

- Perfúmela. Donde hay mal olor o suciedad, no hay paz ni prosperidad.

- Limpie los espejos y las ventanas.

Cuidado con las velas

-Compre velas, prefiera las aromáticas y enciéndalas (siempre dentro de un envase de vidrio) para cumplir con la intención de aromatizar el ambiente.

No las deje prendidas toda la noche del fin de año, porque si no se derriten bien y botan muchas lágrimas, se dice que es augurio de que vendrá un mal año.

Higiene emocional

- Elabore una lista de todos sus errores, problemas y emociones e ideas pesimistas. El 31, a la hora de quemar el monigote, colóquela dentro de este. Y comience a visualizar todas las cosas negativas que escribió y cómo su cuerpo arde en un fuego color violeta, que es el séptimo rayo del Espíritu Santo que borra y transmuta todo lo malo. 

- También puede escribir los deseos, emociones y dones que quiere tener para lograr metas y aspiraciones. Queme la carta e invoque a los ángeles de Dios para que la lleven al cielo. A cambio, ofrezca hacer una novena o servicio a la comunidad.

- Perdone. No cargue ni lleve viejos rencores al nuevo año. En privado o por escrito, puede pedir perdón a quienes usted lastimó. Y también perdonar a quienes lo ofendieron.

Que no falten

- En la mesa, manzanas, cerezas, naranjas, uvas, y panes de diversos tamaños. Así como las lentejas, que tanto en la India como en Ecuador, son augurio de prosperidad.

Use todo nuevo. Incluidos los zapatos, accesorios y ropa interior.

¡Feliz 2020!