¿Alguna vez ha escuchado sobre la educación alternativa? Aunque se desarrolla en varios países desde hace varias décadas, en Ecuador son solo algunas escuelas que la han puesto en práctica.

Eduardo Molina (profesor, psicólogo e investigador educativo) explica que este término hace referencia a una corriente educativa modernizadora, renovadora, crítica y transformadora que basa sus cimientos principalmente en la lectura, actividades al aire libre y el deporte. “La diferencia con la educación convencional o tradicional está en que es un arte que se preocupa porque el estudiante sea capaz de expresarse a través de su conocimiento, descubriendo habilidades y destrezas para que se exprese creativamente y pueda vivir feliz”, dice.

Puntos claves

• El estudiante elige qué libros, periódicos, o revistas académicas desea leer. El objetivo es que se convierta en un sujeto crítico, autónomo y autodidacta que se interese en conocer sobre nuevos temas. No hay necesidad de seguir un esquema de textos previamente impuestos. Todos los documentos cuentan con contenidos válidos para el aprendizaje.
• El desarrollo de la expresión verbal a través de exposiciones es importante. De esa manera demuestra su nivel de comprensión, pierde el miedo a hablar en público, amplía su léxico, elimina las muletillas, aprende a hablar con un correcto tono de voz y a manejar el dominio escénico.
• Participar en foros grupales o mesas redondas es beneficioso porque así descubre diversos temas sobre varias materias, como biología, matemáticas, ciencias sociales y más.
• Hacer actividades al aire libre o en espacios públicos fomenta la interacción con personas de diferentes edades y la oportunidad de poner en práctica lo aprendido. Puede recibir las clases en un parque o debajo de los árboles. Incluso, por ejemplo, es posible hacer un huerto o experimento de lo que descubrió a través de la lectura o un documental.
• El ejercicio diario no puede faltar porque aumenta la serotonina (hormona de la felicidad), incrementa la vitalidad y la concentración.

Cómo aplicarla

Los padres deben animar a los hijos a leer libros nuevos, a hacer actividades fuera de casa y a defender su opinión en divertos temas. “Los niños, al ver ese ejemplo de los mayores, adquieren esos hábitos y pierden el miedo a expresarse”.

Debe saber

Eduardo Molina presenta su libro ‘Pedagogía de la denuncia’. En el texto, describe los resultados de su experiencia como docente del colegio Freinet de Quito en el que desarrolló la educación alternativa durante varios años.

La otra mirada

La licenciada Lorena Castro, docente de escuela y colegio que trabaja bajo la metodología educativa convencional o tradicional, considera que aunque la educación alternativa tiene varios puntos positivos, aún falta mucho para que se logre realizar de forma 100 % efectiva en Ecuador. “No se puede adecuar lo mismo para todos. Alinearse a una malla curricular o las planificaciones generales son claves para que el docente no improvise en un aula”, dice Castro. Además, ajustarse a ciertas normas en los centros educativos hace que los alumnos sigan una estructura que los ayuda a fomentar el sentido de orden y jerarquía.