Una costumbre que se mantiene alrededor del planeta y se recrea de diferentes formas para conmemorar el nacimiento del Niño Jesús.

Se lo decora con burros, ángeles, vacas, pueblitos extensos que varían entre desérticos o polares, y para darle un toque especial se agregan luces y paja. Así es como se los arregla en los hogares.

Pero hay pesebres famosos que le dan un giro a la tradicional escena y la reconstruyen de diferentes maneras. Hay unos que tiran la casa por la ventana y se arriesgan a recrearlos de magnitudes gigantes, con materiales fuera de lo común (como la arena), o añaden otras figuras emblemáticas de la historia.

Aquí enumeramos algunos de los más destacados.

• 1600 figuras y 80 edificaciones

El pesebre más grande de Latinoamérica, de acuerdo con los organizadores, se compone de 1.600 figuras, 80 edificaciones, un río de 26 metros y diversos escenarios que parecen sacados de una película. Esta impresionante creación se encuentra en el interior de la Catedral Vieja de Cuenca, Ecuador.

Se requirió más de un mes instalar las piezas y la representación del nacimiento, gracias a la colaboración de Vicente Espinoza, Alexis Arias, Luis Alverca, Diego Campoverde y Gonzalo Pullaguari.

Ellos se unieron en distintos momentos a un grupo liderado por el padre Jimmy Arias, quien comenzó la tradición del pesebre hace 19 años. Con el tiempo, esta iniciativa ha experimentado un desarrollo notable, convirtiéndose en una construcción de 270 metros cuadrados dentro de la Catedral Vieja.

• El más gigantesco

El amor por las figuras sagradas es inconmensurable para los habitantes de Alicante, España.

Tanto así que en ese lugar, cobijado por la brisa del mar, cada año montan un nacimiento que desde lejos puede parecer normal, pero al acercarse este crece y se vuelve imponente, ya que consta de figuras que superan los 17 metros de altura. Y eso no es todo, pues por su impresionante magnitud tiene desde el 2020 el récord Guinness de ser el más grande del mundo.

Desde hace cuatro años es una de las destacadas decoraciones navideñas de Alicante, ciudad que fue la primera del país en estrenar iluminación especial con motivo de las fiestas, el pasado 17 de noviembre.

Esta increíble instalación consta de doce elementos: un San José de 17 metros (aunque hay que añadir un metro más del bastón que porta), una Virgen María de 10,46 metros, un Niño Jesús de 3,25 metros, los tres reyes magos (Melchor de 11 metros, Gaspar de 15,6 metros y Baltasar con 16 metros), además de seis ángeles de grandes dimensiones que se distribuyen en puntos estratégicos de la ciudad y que rondan los 8 metros de altura.

• Sol, playa y un belén hecho de arena

El tradicional belén de arena en la playa de Las Canteras de Las Palmas de Gran Canaria, este 2023 reproduce ocho escenas del nacimiento, haciendo uso de 2.000 toneladas de arena. Está iluminado por primera vez con placas solares y dedicado a los canarios que residen en el extranjero.

En la confección de esta monumental obra participaron nueve arenistas de Canarias, Holanda, Irlanda, Estados Unidos y Canadá, quienes en tan solo una semana han dado forma a Jesús recién nacido, José, María, los camellos y otros animales, el ángel, los reyes magos, una fuente, ancianos y niños, entre otros, con esculturas de 30 toneladas las más pequeñas y de 60 toneladas las medianas.

Durante los 18 años seguidos que lleva realizándose, el pesebre nunca es el mismo. “Más allá de lo esencial: los reyes, el nacimiento y los pastores, este año se han incluido las escenas denominadas ‘Huida de Egipto’ y los ‘Lectores del cielo’, explica Miguel Rodríguez, director artístico de la obra.

Los organizadores tienen la esperanza de superar las cifras de visitantes del año anterior, con 150.000 visitas, pues el dinero que recaudan es destinado a varias causas sociales alrededor de la ciudad.

• Un nacimiento cambiante

En Ciudad del Vaticano, sus tradiciones están muy apegadas a la espiritualidad y por esa razón el pesebre es un símbolo preciado para sus habitantes. Dentro de este territorio, el nacimiento más conocido está ubicado en la Piazza San Pietro, porque su mayor atractivo está en que nunca presenta el mismo diseño. Lo han confeccionado de madera, de barro y en el 2018 utilizaron 900 toneladas de arena para construirlo.

Este año la temática que caracteriza la representación sagrada, con personajes de tamaño natural, está vinculada al VIII centenario del primer nacimiento de la historia, escenificado en la cueva de Greccio por san Francisco el 24 de diciembre de 1223.

De hecho, en el centro de la escena, con la Virgen y San José sosteniendo al Niño para ser colocado en el pesebre, está el “pobre de Asís”. Pocos personajes están presentes: el noble Giovanni Velita y su esposa Alticama, que fueron los primeros en ayudar a Francisco, que regresaba de Tierra Santa, a crear el belén; además de unos pastores y dos frailes a ambos lados de la Tau, quienes graban en la roca un símbolo franciscano que recuerda la cruz.

Otra de sus características para este año es que por primera vez se trata de una instalación de 360 grados. La representación continúa con algunos frescos del Valle Santo y hay otra fuerte referencia a la ciudad de Greccio en Rieti.

En el fondo de la escena principal se encuentra la representación de la cueva de Greccio con su famoso fresco.

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