La comunicadora, empresaria y asesora de imagen, conocida como una de las pioneras de esta rama en el país, destaca no solo por su amplia trayectoria laboral, sino también por su resiliencia y deseo por salir adelante pese al descubrimiento de una grave enfermedad. Moni, como la llaman sus amigos cercanos, cuenta a SEMANA su historia y por qué asegura que su misión de vida es promover el apoyo hacia las mujeres.

Talento innato

Desde que tiene memoria, a Mónica (35) siempre le ha gustado todo lo relacionado a la comunicación. “De pequeñita no jugaba con bebés o con la cocinita, siempre imaginaba que locutaba en una radio o leía un periódico”. Ya en la secundaria, recuerda que le gustaba maquillar a sus amigas y asesorarlas sobre qué tipo de ropa debían utilizar.

Al cumplir la mayoría de edad, comenzó a modelar en sesiones fotográficas y vivió durante algunos años en Buenos Aires, Argentina, para iniciar sus estudios de Comunicación Social en la Universidad de Palermo. Además, aprovechó su estancia en el país para capacitarse en maquillaje, asesoría de imagen y organización de eventos. “En el 2005 decidí regresar a Ecuador para participar en el evento Reina de Guayaquil y culminé mis estudios de Comunicación en la ciudad”, detalla.

Incursión en los medios

En el canal RTS se desempeñó como directora de Asesoría de Imagen. Durante dos años se encargó de asesorar a todos los presentadores de los programas de entretenimiento y noticias en Guayaquil y Quito, y ayudó a potenciar el estilo personal de muchos talentos de pantalla como Michella Pincay.

Además, fue parte del Panamá Fashion Week con su línea de carteras de paja toquilla, incursionó en la locución radial y colaboró con revistas como experta en moda. Todo este trabajo hizo que en el 2015 sea seleccionada, por la Fundación Salva tu Vida, para ser parte del libro Personas & Personajes, como uno de los 40 latinos más destacados de ese año por su trayectoria profesional. Junto a ella, también se homenajeó a Rosanna Queirolo, Rosymar González, Doménica Tabacchi, Cynthia Viteri, Nicolás Lapentti Gómez, entre otros.

Empoderamiento femenino

En el 2016, luego de dar a luz a su segundo hijo (Stephano), Mónica enfocó su rumbo laboral en otra de sus pasiones: la lucha por la igualdad de género. “Me gusta abogar para que las mujeres seamos escuchadas. Todas podemos llegar a tener puestos importantes a nivel político o social, sin ser rezagadas. Hemos demostrado ser fuertes, poderosas, talentosas y capaces de sacar adelante a nuestras familias cuando se pasa por una separación. Yo me divorcié superjoven, fui mamá a los 21 años de mi primera hija (Angelina), pero pude rehacer mi vida”, relata.

Por eso, posteriormente decidió crear el conversatorio Mujer Real Forum, con el objetivo de brindar una plataforma en la cual decenas de mujeres puedan escuchar las historias de personajes destacados en el país (como Diana León y Denisse Klein), para que así se inspiraran y logren salir adelante. Además, como las charlas se dieron tras el terremoto del 16 abril de ese año, invitó con todos los gastos pagados a mujeres del recinto La Ensenadita de Manta, para que sean parte del evento y vendan sus artesanías en Guayaquil. “Muchas de ellas, dolorosamente, perdieron a sus esposos y seres queridos en el terremoto. Para mí, es importante apoyarnos y querernos entre todas”, recalca.

Guerrera de vida

Todo iba bien en el ámbito profesional de la comunicadora. Sin embargo, en el 2017 un inesperado diagnóstico médico la hizo detener radicalmente sus proyectos para salvar su vida. Las intensas migrañas que sufría fueron investigadas por los galenos, quienes descubrieron que tenía un cordoma de clivus (tumor ubicado en la base del cráneo).

“Fue un shock tremendo porque mi hijo aún era un bebé (tenía un año) . En Ecuador me dijeron que era una enfermedad catastrófica y que no tenían los equipos. Tuve que viajar a Estados Unidos para una radiocirugía”, relata.

Durante meses pasó en cama la mayor parte del tiempo porque las medicinas que le recetaron la hacían dormir casi todo el día. Actualmente, sigue bajo controles médicos y debe esperar cinco años tras la intervención, para saber si el tumor se redujo por completo. De lo contrario, debe someterse a una cirugía de cráneo abierto.

Su presente y metas

“Soy cristiana evangélica, creo mucho en el poder de Dios. Vivo feliz y un día a la vez, y pese a las batallas que la vida me ha dado, siempre trabajo por salir adelante”.

Por ahora, continúa con su labor en pro de las mujeres a través de diálogos y voluntariado. Aspira crear su propio grupo de oración en casa.

En el hogar

Se siente bendecida por su familia. Asegura que la maternidad es una de sus más grandes alegrías y agradece a su esposo Fernando Dassum (58) por su infinito apoyo. Ambos tienen 23 años de diferencia, pero afirma que son muy unidos y se complementan a la perfección.

Personal

• Tiene 35 años.
• Nació en Guayaquil.
• Certificada en Business Coaching.
• Admira a su mamá por su fortaleza e inteligencia.
• Tiene un emprendimiento de artículos para el hogar, Mokka.