Tras haber vivido más de la mitad de su vida en coma, Miriam de 57 años, falleció este pasado martes 10 de mayo del 2023. Con tan solo 26 años de edad, la italiana sufrió un accidente de tránsito en la Nochebuena de 1991 que cambiaría su vida hasta el final de sus días. Ese día perdió el conocimiento y nunca más despertó. Esa noche se salvó, pero su historia ya había cambiado, quedo en estado vegetal.

Miriam tuvo a su lado siempre al que sería el amor de su vida. En junio de 1990, Angelo Farina y Miriam Visintin se prometieron amor eterno ante un altar, mientras las noches mágicas de aquel verano italiano eran amenizadas por la canción de Gianna Nannini.

Miriam Visintin estuvo un tiempo viviendo en una residencia y después fue trasladada al instituto Casa Sturm, donde estuvo hospitalizada durante los últimos años de su vida. Durante el transcurso de todos estos años, Miriam estuvo acompañada por su esposo, Angelo Farina.

Todos los días, incluso varias veces al día, la visitaba, aunque sean solo 15 minutos. Sólo la pandemia le detuvo: "El destino fue cruel con ella, demasiado cruel. No se lo merecía. Sigo diciéndolo y seguiré diciéndolo en el futuro".

Un año después de su matrimonio con Angelo, siendo marido y mujer, Miriam se dirigía al trabajo como todos los días, cuando perdió el control de su auto, estrellándose contra un pilar, recibiendo un fuerte golpe en su cabeza. Quedo atrapada, teniendo que ser liberada por los bomberos.

"Estoy bien, ahora me siento liberado, porque sé que Miriam dejó de sufrir. Estos últimos 40 días fueron terribles: primero un derrame pleural, luego una serie de complicaciones e incluso dos paros cardíacos", contó al diario italiano.

"Al principio era la esperanza lo que me animaba. Pensé que, tarde o temprano, se despertaría. El 24 de diciembre de 1991, los médicos dijeron que no pasaría la noche y, en cambio, sobrevivió. Al cabo de tres meses le quitaron el respirador, porque se las arreglaba sola. Pero acabó en un estado que la medicina denomina coma apálico. Su cerebro estaba dañado en un 95%.

Angelo fue incondicional,  nunca dejo a un lado a Miriam, ni por un solo día. "Decidí desde el principio quedarme allí con ella, para siempre, hasta el último de sus días. Podría haber pedido la anulación del matrimonio a la Sacra Rota, pero nunca quise hacerlo. Y Miriam siguió siendo mi esposa."

Durante estas décadas, Angelo decidió rehacer su vida: se casó nuevamente y tuvo hijos. “Estuve solo durante 12 años, luego conocí a una persona especial que me entendió a mí y a mi situación. Ella supo estar a mi lado con delicadeza, sin oponerse nunca a nada que preocupara a Miriam. De hecho, en los últimos días ella también estuvo cerca para ayudarla”.