El gobierno de Ontario confirmó que Kiska, una orca islandesa, murió el viernes 10 de marzo. Kiska ha estado en cautiverio durante décadas y vivía en MarineLand, un parque temático en Niagara Falls, Ontario.

Animal Justice, una organización sin fines de lucro, dijo en un correo electrónico: “Kiska soportó toda una vida de sufrimiento desde que fue robada de su familia cuando era bebé cerca de Islandia en 1979 y vendida a la industria de los acuarios. Kiska dio a luz a cinco bebés, todos los cuales murieron jóvenes”.

"El equipo de cuidado de mamíferos marinos de Marineland y los expertos hicieron todo lo posible para apoyar la comodidad de Kiska y llorarán su pérdida", dijo un portavoz de Marineland al New York Post. El medio también señaló que el parque temático emitió una declaración por separado que decía que su salud había estado empeorando durante semanas.

Ya hace tiempo  PETA y varias otras organizaciones de derechos de los animales hicieron campaña por la liberación de Kiska de Marineland durante años y publicaron declaraciones lamentando su muerte en Twitter.

"Pasó sus últimos años flotando apáticamente o golpeándose la cabeza contra las paredes del tanque", escribió PETA en Twitter, haciendo referencia a videos tomados por el activista animal Phil Demers de Kiska en su tanque. "Se merecía quedarse en el océano con su familia".

"Descansa en paz, Kiska. Ahora eres libre", escribió PETA en otro tuit.

El parque ha sido criticado desde los años 70 por maltrato animal, sobre todo después de que se fueran haciendo virales vídeos de Kiska que mostraban la situación en la que vivía.

"Para honrar su memoria y los recuerdos de todas las orcas que han muerto en cautiverio, continuaremos nuestra lucha para acabar con el entretenimiento con cetáceos", también tuiteó World Animal Protection U.S. “Ningún animal debería sufrir como ella. Descansa en paz, Kiska”.