Cómodo y atemporal, el kimono es una pieza del armario que puede lucirse en cualquier época del año y es capaz de convertirse en el elemento más destacado del outfit. Según la consultora de imagen Carola Quintero, la prenda está inspirada en la ropa tradicional japonesa y a través de los años, su diseño se ha ido adaptando a la moda internacional, perfecta para estilos casuales o formales.

En el pasado, era confeccionado principalmente con seda y el tipo de estampado a usar dependía de la clase social, época del año, estado civil y edad de la persona. Sin embargo, la versión occidental no tiene límites de confección o diseño, lo cual permite que jamás pase de moda. Los hay de todos los colores y estampados (los más comunes son los florales).

“Gigi Hadid, Rihanna, Alexa Chung y las hermana Kardashians son algunas de las famosas que los lucen frecuentemente. La actriz y cantante Brigitte Bardot (reconocida como ícono de moda a mediados del siglo XX) lo puso de moda en la década de los 60 al ser la musa del estilo bohemio en los festivales de música”, menciona la experta.

Consejos de estilo

• Durante el día es ideal usar kimonos con telas frescas como el algodón, seda o poliéster. Para un estilo informal puede llevarlo con jean, blusa blanca y zapatos deportivos.

• En la noche van bien los que cuentan con transparencias, bordados y pedrería. Una opción en outfits más elegantes es combinarlo junto a un vestido mediano ceñido al cuerpo con tirantes finos y zapatos de taco.

• Para un estilo bohemio, opts por los que tienen flecos en el borde de tonos tierra. Lucen bien junto a sombreros, shorts, botas o sandalias.

• Una opción para la oficina es combinarlo junto a un pantalón de tela recto, camisa llana y stilettos.

• Si eres delgada y quieres acentuar tu silueta, acompáñelo con cinturón para afinar la cintura. Si tu contextura es gruesa, el kimono también te favorece porque es holgado y logra disimular la zona media del cuerpo.

• Las mujeres pequeñas (que miden menos de 1,60 metros) deben usar los kimonos que lleguen hasta la altura de los muslos. Así crea la ilusión de que las piernas son más largas.

• A las personas altas les va bien los más largos, que les lleguen a nivel de la pantorrilla o el tobillo.