Cuando al padre Yair Rodríguez Vega le ordenaron dirigir la parroquia Santa María Madre de Guayaquil, en Mucho Lote I (en el sector noroeste), la primera reacción fue aclararle a sus mayores que “ahí no había nada”. No se esperaba -o quizá sí- la respuesta que obtuvo. “Pero si ahí vas a estar tú”.

Cuando llegó al lugar encontró una capilla de caña y madera sin seguridad de por medio.

Tras casi tres años existe una edificación de cemento (la inició en julio de 2020) y los planes de continuar con la obra, que implica la construcción final del santuario, en un terreno de 1.550 metros. “Por algo algunos de mis feligreses me conocen como el padre constructor”, dice el sacerdote, quien en su momento lideró la edificación de la iglesia Rosa Mística, en Sauces 8, y la remodelación de la iglesia de Las Orquídeas, además de otras fuera de la ciudad.

Si algo reconoce el padre Yair, quien anda por los 54 años, es la entrega de su comunidad. La obra se levantó a base de rifas, ventas de comida, donaciones. “Si les pedía mil bloques, me traían dos mil; si pedía un saco de cemento, me traían dos...”, alega este lojano, quien lleva 19 años cumpliendo labor sacerdotal en Guayaquil. “Esa actitud positiva nos motiva a seguir trabajando”.

El 7 de noviembre colocó los vitrales (tres y un mosaico) de la capilla. El costo anda por los 3.400 dólares cada uno. Todo financiado con el trabajo de su feligresía. “En el 2018, la construcción del santuario estaba en los planes del Municipio. En el 2019 nos ocupamos en cumplir con todos los requisitos y permisos que nos pidieron. Pero llegó el 2020 y se vino la pandemia. Luego de esto el Municipio nos dijo que ya no había presupuesto, pues se lo había destinado a atender la emergencia sanitaria”, alega el padre, quien asegura que hace rato dejaron de esperar que la obra la realice el Cabildo.

Otra cosa por la que el padre Yair agradece a Dios es la forma cómo su feligresía creció en estos tres años. “Cuando llegué habían unas 40 personas, ahora somos unas 2.000”.

El inicio de nueva etapa de trabajo

Luego de la colocación de los vitrales, el próximo reto del padre Yair junto a su comunidad es la de iniciar la construcción del templo principal de la parroquia, el santuario a Santa María Madre de Guayaquil, que se espera que en febrero próximo, luego de que se aprueben los nuevos planos de la obra, se coloque la base. En el caso de la capilla, que se utiliza en estos días para las liturgias, esta se encuentra en un 90%. Ya existe la casa parroquial, que se terminó en diciembre, además de la cerca eléctrica.