Cada vez que efectúa una acción sea en el área personal o profesional, instantáneamente el cerebro analiza todos los aciertos y errores de lo que realizó, para saber de qué forma mejorar en una próxima ocasión. La psicóloga Beatriz Lopera explica que esta autocrítica, juicio interno que cada uno hace sobre sí mismo, se da muchas veces sin que la persona se dé cuenta de ello y hacerlo de forma objetiva y constructiva (teniendo un buen trato hacia sí mismo), puede tener varios beneficios a futuro.

¿Se está sobreexigiendo?

Aunque la autocrítica tiene varios aspectos positivos, también existe el riesgo de caer en una vertiente negativa. “En el momento en el que notamos que hay una exigencia excesiva que genera sentimientos como culpa, estrés, inseguridad, desprecio, vergüenza, y la paz interior se ve perturbada; esto nos bloquea a nuevas oportunidades porque no nos sentimos lo suficientemente seguros de lo que somos capaces”, dice la experta.

Expresa que tampoco es correcto ver siempre un destino fatídico o catastrófico sobre las acciones que emprende. Lopera aconseja que nunca debe ser cruel, muy severo o decir frases que lo desvaloricen sin llegar a ninguna solución.

Lo adecuado es evitar caer en la desesperación, aceptar que está bien cometer errores y cambiar los pensamientos negativos por unos que incrementen su bienestar.

“Asistir a una consulta psicológica es de gran ayuda porque el especialista lo puede guiar a crear herramientas para reconciliarse consigo mismo, saber colocar límites y aprender a hablar con un lenguaje amigable para hacer una autocrítica sana”, recalca la experta.

Bondades

• Ayuda a reconocer cómo afrontar y encontrar soluciones a eventos causantes de estrés.

• Incrementa la posibilidad de nuevas oportunidades para el crecimiento personal y profesional al asumir nuevas responsabilidades.

• Es un gran referente de madurez mental porque puede aprender de los errores.

• Potencia las relaciones humanas saludables.

• Ayuda a conservar una mejor autoestima.