En un sobre blanco, Alejandro Duque empieza a escribir algunas letras con una pluma fuente, mientras una cámara sigue el sentido de sus trazos. “Para: la artista de la eternidad”, dice. De inmediato, las imágenes lo muestran lavándose las manos al tiempo que se escucha su voz con una reflexión melancólica.

“El destino siempre nos juega una mala pasada, es oportuno e inoportuno, de lo malo mucho y de lo bueno poco, y eso está pasando. Qué bueno y qué malo que no lo estés viendo”, dice el joven guayaquileño en esa carta filmada dirigida a su abuela.

Cuenta que afuera todo está en ruina, que hay desde pandemia hasta negligencia en centros de salud. “Quisiera haber podido disfrutar más de ti, pero de lo bueno poco y la vida no me dejó sentirte más”, expresa mientras aparecen en el video fotografías del recuerdo.

Su carta fue una de las 56 que llegaron al Encuentro de correspondencias filmadas, organizado en julio por Diana Pacheco, de Cine Club Contraplano, y Mariuxi Alemán, de El Viaje. La iniciativa virtual surgió como un pasatiempo de estas dos amigas que, en uno de esos días de encierro por la pandemia, sentían que su creatividad pasaba por una especie de bloqueo y comenzaron a intercambiar este tipo de comunicación utilizada entre cineastas.

“Empecé a mandar cartas a Diana desde mi cotidiano: de la cocina, de lo que me provocaba el sonido de la olla arrocera, de cosas básicas de nuestro día a día, pero para convertirlos en algo más. Ella me respondió con una carta preguntándose por la luz que entra en su casa. Y de repente comenzamos a mandar a nuestros amigos y un día nos dimos cuenta de que era un gran espacio para la creación e hicimos una convocatoria”, recuerda Alemán.

No se necesitaba ser cineasta para participar. Llegaron incluso varias propuestas de estudiantes de colegio. Hubo de Ecuador, España, Chile, México, Argentina, Francia, Polonia y China. La selección, que se presentó hace pocos días, estuvo a cargo de Carla Valencia, Darío Aguirre y Javier Izquierdo. La iniciativa entregó dos menciones de honor para Christian Euvin y Martina Blum, mientras que la ganadora fue Madeleine Martinod.

Para ella esta carta le permitió recrear ese aislamiento que vivió en Perú, en una residencia de estudiantes. Su mayor conexión con el exterior eran las largas conversaciones telefónicas con sus abuelos, que quedaron grabadas para ser luego parte de su video.

Fue un encuentro que permitió crear y hacer un registro de la época, con cartas leídas por voces en off, impresas en una pantalla, con subtítulos, con música... Era contar desde la intimidad y procesar lo sentido durante la cuarentena.

Los videos

Las cartas están en el Facebook de Encuentro de correspondencias filmadas. Estarán también en una galería en Hong Kong y en un encuentro de arte de Argentina.