Una galería en la zona urbana de Zaruma apunta al edificio municipal de ese cantón orense, que días después del socavón del pasado 15 de diciembre fue deshabitado por recomendación de Riesgos.

Danny Burbano, ingeniero, geotécnico y catedrático de la Universidad Central del Ecuador, fue uno de los que exploró estos días el área del socavón, en un recorrido subterráneo de más de tres horas e informó ese detalle en una entrevista con una radio local.

Señaló que la situación ha cambiado desde 2017 en el subsuelo, y que las galerías no son las mismas. “Se comieron los estribos, hay una galería o caserón de 30 metros donde encontramos un tapón de madera, que debe reforzarse inmediatamente”, advierte.

Dice, no obstante, que se puede llegar a los puntos para ubicar los tapones. “Tenemos que impedir que el material viaje por la galería, hay que sostenerlo”. Una comisión busca hacerlo y eso, aseguró, dará “seguridad momentánea”.

Lo segundo sería la construcción de al menos cuatro tapones de hormigón. La propuesta es realizar una inyección desde la superficie, usando estos sondajes.

“La comunidad pide la apertura de la calle Bolívar (cerrada tras el socavón); pero hay una galería que tiene dirección contraria a la Inmaculada y está apuntando al GAD. Sería imprudente agregar cargas dinámicas al reabrir las vías”, advierte. Como EXPRESO lo adelantó en días pasados, este técnico también habla de “mafias en el subsuelo”.

• Acciones urgen. Si se deja que se vacíe el cono ya existente, hay la posibilidad de conexión de los socavones de la Colón y la Inmaculada. Son cien metros de distancia, advirtió el experto.
• Peligro y rehabilitación. Si se estabiliza el subsuelo, se puede retornar a la zona afectada entre 6 y 8 meses. La zona del mercado municipal no es segura, dijo.