Pamela Guerrero, abogada con vitiligo.

El vitiligo, una enfermedad que discrimina

Entre el 1 y 2 % de la población la padece. Hay tratamientos que aplacan su evolución. En otros casos se aplica cirugía.

El vitiligo es una enfermedad auto inmune cuyas causas aún son desconocidas pero aparece por la destrucción de melanocitos, las células encargadas de dar pigmentación a la piel.

Del 1 al 2 por ciento de la población mundial la padece y afecta, sobre todo, de manera psicológica y estética, de ahí que, cada 25 de junio se recuerde el Día Mundial del vitiligo para promover su aceptación tanto por quien la presenta como por la sociedad que desconoce sus efectos y piensa que es contagiosa.

Para Pamela Guerrero, abogada, la aparición de las manchas fue un martirio con el que convivió por alrededor de trece años hasta que se aceptó con esa condición en su piel, en su mayoría de edad.

“La enfermedad apareció a mis cinco años de edad. Eran manchas en las rodillas. Los niños en la escuela me veían mal, me rechazaban y yo solo me ponía a llorar. Me deprimía todo el tiempo, y esa depresión hacía que mis defensas bajaran por lo que me enfermaba siempre”, rememora Pamela, quien ahora tiene 24 años y deja ver sus imperfecciones de la piel sin problema.

“Antes era imposible que utilice una falda o una blusa de mangas cortas. Trataba de cubrirme porque la gente me veía como bicho raro. Yo pensaba que no pertenecía a este mundo por tener las manchas”, asegura

Según el doctor Kléber Ollague, director del departamento de cirugía de la clínica dermatológica Ollague, existen dos tipos de vitiligo: el segmentar, que aparece en una parte del cuerpo y la no segmentar, que es la que se esparce en distintas partes por lo que se hace más difícil de tratar.

Cada paciente que presenta vitiligo debe llevar un tratamiento distinto, pues “lo mismo que funciona con una persona, no funciona con otra pues tiene mucho que ver la edad, enfermedades asociadas, entre otros aspectos que se determinan con atención médica especializada”, explica Ollague.

Aunque aún no se encuentra una cura definitiva para esta enfermedad, hay tratamientos orales y tópicos que pueden detener su avance. E incluso, se está incursionando con la cirugía de melanocitos para regenerar la piel manchada.

“Es una intervención quirúrgica ambulatoria que consiste en colectar pequeños fragmentos de un milímetro de piel, que usualmente se utiliza de la parte posterior de la oreja, y colocar en las manchitas. Se cubre con gasa la cual permanece durante una semana sin retirar ni mojar. En ese tiempo el paciente debe recibir el sol de manera dosificada”, indica el especialista.

El sol ayudará a estimular los melanocitos pero se requiere que la exposición sea por no más de diez minutos al día en horario de entre las 10 de la mañana y las dos de la tarde. Este tratamiento es viable en pacientes con vitiligo segmentar.

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