Verde urbano
En una publicación reciente la Municipalidad de Guayaquil indicaba que se había cumplido en la ciudad con el indicador de Índice Verde Urbano (IVU), que establece un mínimo de nueve metros cuadrados de área verde por habitante. En realidad la Organización Mundial de la Salud estima en diez metros cuadrados de área verde útil por habitante como mínimo y en quince metros cuadrados por habitante como óptimo y deseable.
Sin embargo, es necesario definir no solo cuál es el índice real que tiene Guayaquil, sino, principalmente, cómo ha sido conceptualizado y cómo ha sido medido, considerando la diversidad de metodologías utilizadas para poder establecerlo.
En cualquiera de las maneras que se mida hay que considerar como criterio fundamental su disponibilidad, su accesibilidad y su uso para las personas, es decir que se traten de áreas verdes que sean públicas, que se encuentren próximas de los lugares de vivienda (a no más de trescientos metros a pie de la vivienda de cada habitante), que sean atractivas, que permitan la interacción social, que mejoren las condiciones ambientales y estéticas del entorno y la salud de los habitantes.
Dentro de las consideraciones más importantes para establecer el IVU está el determinar qué incluir y qué no incluir como área verde dentro de las mediciones. La Comisión Europea en un informe del año 2011 establece que deben incluirse las áreas verdes públicas de uso recreacional, los espacios verdes suburbanos que sean manejados como parques urbanos y los bosques y áreas verdes que rodeen las ciudades de acceso y uso público.
Asimismo, se establecen aquellas áreas que no deben ser incluidas en las mediciones, entre ellas: los jardines y áreas verdes privadas, los cementerios, los parches de vegetación natural y de áreas agrícolas que estén dentro de los límites urbanos, además, obviamente, de parterres arbolados.
Si se respetan estos criterios podremos saber, en realidad, con cuánto espacio verde útil contamos y cómo incluir en la planificación metas medibles para poder solucionar el déficit.
