
Una Tri que mueve al pais
La selección de fútbol es la única capaz de paralizar al país y transportarlo a una fiesta.No importa el cargo ni la agenda. Cuando juega Ecuador sus jornadas se rompen por completo. Solo las emergencias pueden quitarle protagonismo. El resto pu
La selección de fútbol es la única capaz de paralizar al país y transportarlo a una fiesta.
No importa el cargo ni la agenda. Cuando juega Ecuador sus jornadas se rompen por completo. Solo las emergencias pueden quitarle protagonismo. El resto puede esperar hasta la noche. Y si hay un triunfo o empate, los ánimos se mantienen. Eso es lo que sucedió con el 2-2 ante Paraguay del jueves pasado, en Quito.
EXPRESO consultó con personajes totalmente ajenos al mundo del fútbol y los ánimos siguen intactos.
En cuarteles militares del país se olvidaron por un momento del protocolo para sentarse a disfrutar del partido. Así lo reconoce el vicealmirante Fernando Noboa, quien asegura que la relación en este caso es estrecha porque sienten que los jugadores también están defendiendo a la patria.
Y sufren con ellos cuando las cosas no resultan. De ahí que el último partido, contra Paraguay, fue el más sentido de estas eliminatorias.
No se ganó, pero la confianza sigue firme. Hay un colchón de puntos que permite soñar con un pase a Rusia. No solo es el liderato en la clasificación, también está el nivel que se muestra.
Además, la gente se acostumbró a esa fiesta. La selección se hizo un referente para superar los límites. No en vano el principal grito de apoyo es el ‘Sí se puede’.
De esa forma lo interpreta, por ejemplo, Juan Carlos Díaz, director de la Cámara de Comercio de Guayaquil. Ahora los ecuatorianos celebran sus propios triunfos y ya no solo los ajenos.
Si bien la selección, según los consultados, como Connie Jiménez, Miss Ecuador, o Gloria Gallardo, directora de Turismo y Promoción Cívica de Guayaquil, es símbolo de unidad, también se convierte en un punto de debate porque saca el entrenador que cada personaje lleva escondido. Formaciones que deberían estar, lamentos por ausencias, malos rendimientos... Todo es analizado.
Sea lo que sea, la tricolor es el principal pretexto que han encontrado muchos ecuatorianos para reunirse, compartir y sufrir en conjunto. Y no solo aquí sino en otros países como España, Italia y Estados Unidos, donde las colonias de compatriotas son mayores.
Las redes sociales se inundan con fotografías de aficionados vistiendo la amarilla, junto a mensajes de apoyo. El próximo reto es ante Colombia, el martes.