Luego de cuatro años y unos cuantos meses, la justicia ecuatoriana emitió una sentencia en el caso del robo de 123 tortugas bebés del Centro de Crianza Arnaldo Tupiza, del Parque Nacional Galápagos (PNG). El Tribunal de Garantías Penales de Guayaquil halló culpable a Paúl Tapia y lo condenó a tres años de privación de libertad.

Esta instancia judicial también decidió sobre la situación legal de otras dos personas que fueron procesadas. Ratificó su condición de inocencia, según los documentos de la Función Judicial. En la sentencia también se dispuso que Tapia cumpla su condena en la Cárcel 1 de Guayaquil.

La Fiscalía acusó al ahora sentenciado de haber transportado y comercializado las especies a una red de tráfico de animales operada por un ciudadano chino que hacía base en Perú, según la investigación. El Parque Nacional Galápagos, como acusador particular, solicitó que se indemnice al país con unos $ 669 mil. Sin embargo, el Tribunal ordenó el pago de diez salarios básicos.

Desde que se instaló la audiencia de juzgamiento en 2021, la defensa de Tapia ha insistido en su inocencia y desestimado las pruebas presentadas por el Ministerio Público.

De acuerdo con un testigo, los animales eran escondidos en barcos, en el área donde se guarda el ancla, con destino a Guayaquil. Desde ahí, las tortugas eran trasladadas por tierra hasta Lima, en Perú.