William Aulestia preside la Asociación de Pacientes Trasplantados, que exige medicamentos.
William Aulestia preside la Asociación de Pacientes Trasplantados, que exige medicamentos inmunosupresores, para seguir con vida.Ángelo Chamba/ EXPRESO

Los trasplantes representan un nuevo aliento de esperanza

Hoy es el Día de los Pacientes Trasplantados; faltan medicinas inmunosupresoras y la lista de espera es larga

No es una cirugía cualquiera la de trasplante de un órgano, sino una nueva oportunidad de vivir, que exige más de 10 pastillas diarias y compromiso. Estos pacientes, más que el día de nacimiento, festejan esta fecha. Por eso suelen decir que tienen dos cumpleaños.

La odontóloga María Clara Peñaherrera, de 35 años, siempre tiene en mente el milagro del 19 de noviembre del 2017. Ese día ella accedió a un doble trasplante: de hígado y de riñón. Para ella, esa fecha es de celebración y también de agradecimiento.

“Imagínese. Es una segunda oportunidad de vida, gracias a un angelito que tuvo la bondad de ser donante. Mi forma de agradecerle es cuidarme. Acudo a mis citas médicas, no falto a ninguna, tomo mi medicación a las horas establecidas”, asevera.

En Ecuador, desde enero hasta el 30 de abril de 2025 se han realizado 266 trasplantes, más que nada en cinco hospitales de Quito y Guayaquil. En 2024 se registraron 797. El promedio ha estado entre 700 y algo más de 800, a excepción del 2020, cuando por la pandemia de COVID-19 la cifra bajó a 207. Esto según información del Instituto Nacional de Donación y Trasplante de Órganos, Tejidos y Células (Indot).

Los problemas que enfrenta el Ecuador.

Daniel Noboa 2025-2029: los desafíos clave que marcarán su nuevo periodo presidencial

Leer más

La falta de medicinas

María Clara nació con hiperoxaluria primaria, enfermedad congénita que le diagnosticaron a los 27 años. Tuvo que acudir a diálisis tres veces por semana, por cuatro horas diarias cada vez. Por ello su vida se frenó, hasta que luego de ocho meses de espera accedió finalmente a los trasplantes que necesitaba.

William Aulestia preside la Asociación Ecuatoriana de Pacientes Trasplantados. Hoy es su día mundial, una fecha promovida por la Organización Mundial de la Salud. Tiene 58 años y el 29 de marzo del 2017 tuvo un trasplante hepático, en el Hospital Carlos Andrade Marín, del IESS. Señala que una preocupación que persiste desde hace tres gobiernos, pero que se ha agudizado, es la falta de medicinas.

Aulestia tomaba 25 pastillas diarias; ahora son ocho. Entre otras, tacrolimus. Al colectivo le inquieta que no se las entreguen en consulta médica, en toda la red del Seguro Social, ya que las 50 pastillas cuestan unos $260. EXPRESO hizo la consulta al Seguro Social, pero hasta el cierre de la edición no hubo una respuesta.

Javier López Narváez es autista.

Autismo: un diagnóstico, aún en la adultez, puede cambiar vidas

Leer más

El riesgo de no tener inmunosupresores

“El inmunosupresor no puede faltar, es vital. Sin medicinas, el paciente rechaza el órgano y muere. También la calidad de los insumos puede incidir”, señala el especialista Frans Serpa, quien realizó el primer trasplante de hígado en Ecuador, en diciembre del 2009. Explica que en el país se realizan trasplantes de órganos y tejidos. Una cirugía para colocar una córnea es más simple que un trasplante de corazón, pulmón, riñón, páncreas, hígado e intestino, reafirma.

Otra oportunidad de vivir

Cindy Torres, de 37 años, quisiera que la donación deje de ser un tabú. Ella nació con tumor de Wilms, un tipo de cáncer, el cual superó. Su sueño era ser mamá y se embarazó, pero desarrolló preeclampsia. Su hija, hoy de 10 años, nació y tuvo el mismo diagnóstico, pero en estado 1. “Mis riñones dejaron de funcionar, tuve diálisis, enfrenté depresión y me detectaron una masa en el vientre, por lo que entraba y salía de la lista de espera para el trasplante”.

Finalmente, el 20 de agosto del 2023 tuvo una nueva oportunidad de vivir. Toma 17 medicamentos diarios, de 07:00 a 22:00. Disfruta cada día. Pese a que se siente agradecida con el personal del Carlos Andrade Marín, ha querido denunciar en redes sociales la falta de fármacos, pero cree que es una cuestión que no está en sus manos.

Luego del trasplante, María Clara Peñaherrera tomaba 42 pastillas diarias, ahora son 19. Todo el día suena la alarma de su celular, pero se siente agradecida.  

Está casada, trabaja unas 10 horas diarias, nunca come toronja (para evitar una reacción con los inmunosupresores) y hace ejercicio. Retomó su vida gracias a su donante.

Sobre donantes 

A la fecha, el 61,58 % de la población ecuatoriana mayor de 18 años ha expresado su voluntad de ser donante. Este porcentaje corresponde a quienes, al momento de obtener o renovar su cédula de identidad, han registrado una respuesta afirmativa para poder donar. Persisten desafíos para fortalecer la conciencia ciudadana, según el Indot.

La espera por un trasplante

Una preocupación es que 2.201 pacientes se encuentran en la Lista de Espera Única Nacional (LEUN). Serpa cuestiona que se diga que el problema está en la donación. “Desde hace unos siete años, se hacen alrededor de 140 trasplantes de riñón por año, hay 70 donantes. Cada donante tiene dos riñones. ¿Y qué hicieron con sus hígados?”.

Cifras de trasplantes

En 2024, el 66,37 % (es decir, 529 de los 797 trasplantes) fue de córneas; 131 renales, 17 cardiacos, 17 hepáticos y 103 de progenitores hematopoyéticos.

¿Cuánto duran los injertos?

La cirugía de trasplante de hígado puede durar de cinco a ocho horas, sin contar la operación previa para extraer el órgano del donante cadavérico. Este trasplante dura normalmente toda la vida. En el caso del riñón, de 10 a 12 años en promedio, explicó el médico Frans Serpa, quien enfatizó en la importancia de que los pacientes no dejen de tomar las medicinas.

Para más contenido de calidad, SUSCRÍBETE A EXPRESO.