De los 164 proyectos habitacionales desarrollados en la parroquia satélite La Puntilla, de Samborondón, al menos cuatro continúan utilizando pozos sépticos para el depósito de sus aguas servidas.

Así lo dio a conocer Miguel Alvarado, de Aguas de Samborondón (Amagua), empresa de economía mixta a cargo del servicio de agua potable y alcantarillado pluvial y sanitario del cantón guayasense.

Los Lagos, El Río, Aquamarina y Biblos son las ciudadelas a las que les falta implementar la red de alcantarillado sanitario y su planta de tratamiento. A estas se suman El Cortijo y Tornero del Río, que al no tener la misma densidad poblacional que las anteriores, no se considera con la necesidad de esta infraestructura, dice Amagua; infraestructura que es competencia de los promotores urbanísticos.

Las urbanizaciones que se mantienen con pozos sépticos son algunas de las más antiguas del sector. Los Lagos, por ejemplo, data de 1980.

Según Alvarado, hay tres razones por las que estas ciudadelas no se han acogido a la ordenanza municipal que obliga a que todos los proyectos urbanísticos tengan sus plantas de tratamiento. El primero es logístico. “Hay que romper calles y aceras lo cual tiene un costo de inversión bastante alto”.

El segundo: la ubicación. “Como son ciudadelas consolidadas, conseguir un sitio para estas plantas de tratamiento a veces es un problema (...) o el terreno disponible está muy cerca de viviendas lo cual puede ocasionar un problema de vecindad porque nadie quiere tener a lado la planta de tratamiento”, indica Alvarado.

El tercero es el factor económico, ya que los costos para ejecutar esta obra son bastantes altos. “Lo hemos hecho por ejemplo en Rinconada del lago, ellos tenían pozos sépticos y se construyó todo el sistema, pero ahí hubo un aporte importante de la comunidad que puso como el 60 % el resto lo puso Amagua- Municipio y con eso el proyecto tuvo viabilidad”, aclaró el funcionario.

Sin embargo, el alcalde del cantón, José Yúnez, dijo que el Municipio ha llegado al Directorio de Amagua a plantear que la empresa consiga un financiamiento por medio de una institución financiera, invierta en la obra y recupere ese dinero a mediano plazo con el pago de la cuota correspondiente de cada beneficiario.