Un testamento para elegir cómo morir

Un testamento para elegir como morir

Código. La Comisión de la Salud avanza con la lectura de los 102 artículos que contiene el Libro Primero.

Un testamento para planificar nuestra muerte. El borrador del Código de la Salud contempla la posibilidad de decidir cómo queremos morir: ser resucitados o no y recibir o rechazar tratamientos para el alargamiento de la vida. Estos artículos (14 y 17) han generado controversia y mientras unos hablan del derecho a tener una muerte digna, otros aseguran que hay el riesgo de volver legal a la eutanasia en el país.

La propuesta, que se analiza en segundo debate, busca que una persona, en pleno uso de sus facultades, defina lo que podría ocurrir a futuro en caso de llegar a situaciones como un accidente o una enfermedad terminal. “Toda persona con capacidad legal tendrá derecho a expresar libre y anticipadamente sus decisiones respecto de los cuidados y tratamientos que desea o no recibir en el momento que llegue a situaciones en cuyas circunstancias no sea capaz de expresarlos personalmente”, indica el artículo 14. Se trata de lo que se conoce como voluntad vital anticipada.

El artículo 17 sería un complemento de esta norma. Se refiere al cuidado de la enfermedad en la fase final de vida y a la posibilidad de tomar la decisión de no ser reanimado o de rechazar todo tipo de acciones para el alargamiento de la vida.

La Comisión Nacional de Bioética, adscrita al Ministerio de Salud, es una de las gestoras de estas normas. “Se busca que se reconozca el derecho a decidir sobre sí mismo. La base de la voluntad vital anticipada es reconocer la dignidad a la persona y el derecho a decidir sobre su propio organismo, sobre su cuerpo”, asegura Víctor Manuel Pacheco, presidente de la Comisión.

El vicepresidente de la Comisión del Derecho a la Salud de la Asamblea, Jorge Yunda (AP), está a favor de estos artículos, pues considera que incorporarlos es un avance para el Código de la Salud, al igual que Patricia Henríquez, del PSC y también integrante de la Comisión. Dice que hay mucha gente que busca que su familiar siga viviendo cuando ya no se puede hacer nada y que lo único que logran es causar más dolor. Pero su compañera de comisión y de partido, Poly Ugarte, no está de acuerdo. Como indicó a EXPRESO, para ella lo que se debe defender es el derecho de las personas a vivir, no a morir.

La parte legal de este documento genera algunas dudas. El doctor en Jurisprudencia y docente universitario Ernesto Salcedo dice que hay un riesgo para el que Ecuador no está preparado y es el que se presenta en los casos de eutanasia. “En nuestro país se protege la vida como derecho fundamental y valor moral, y el testamento vital podría permitirle a la persona que pierde sus facultades físicas y psíquicas en vida, autorizar su muerte anticipada. Sería como legalizar el suicidio en ciertos casos, algo que en Ecuador no se había permitido antes”, agrega. Se teme que pase lo que se vio esta semana con el científico australiano de 104 años, David Goodall, quien viajó a Suiza para concretar su suicidio asistido, lo que generó controversia mundial.

Es la misma preocupación que tiene el Frente Nacional por la Familia, que asegura además que el documento incluye algunas ambigüedades, como indicar que “en casos de eutanasia se aplicará lo dispuesto en la legislación penal vigente”, pues recuerdan que en el país la eutanasia no se encuentra legalizada.

Juan González, abogado y médico, dice que el tema puede ser analizado desde varias ópticas y reconoce por qué aparecen las dudas. Recuerda un caso internacional de unos padres que habían visto cómo su hijo no salía del coma, pero cuando ya habían decidido donar sus órganos y desconectarlo, el pequeño despertó.

El tema ha generado también reacciones en la iglesia. En sus redes sociales, el padre César Piechestein se refirió al tema, indicando que se busca hacer legal la eutanasia con el nuevo Código de la Salud en debate. Pacientes y médicos también están divididos sobre la necesidad o no de un testamento vital en Ecuador.

Para saber

Los mil nombres: En España, unos lo llaman testamento vital, mientras para ciertas comunidades se habla de voluntades vitales anticipadas o documento de instrucciones previas. En Italia, este año se aprobó la ley.

Quiénes los piden: Cifras de las islas Baleares (España) muestran que el perfil de quien suscribe el documento es de una mujer (67 % del total) y mayor de 60 años. Además, más del 80 % son Testigos de Jehová