Guillermo Almada ensayó varias fórmulas hasta encontrar la mejor pareja de zagueros centrales en Barcelona. Finalmente fueron Darío Aimar y Ánderson Ordóñez, quienes le dieron al técnico uruguayo la seguridad que requería en una de las zonas más importantes de un equipo.

Constantemente marginado por anteriores entrenadores -incluso fue prestado a El Nacional-, Ordóñez se convirtió en el bastión de la zaga amarilla, lo que le sirvió para ser transferido al Eintratcht Frankfurt alemán por un millón de euros.

Al igual que la ‘Musa’ y, aunque sus equipos no salieron campeones, el nivel mostrado por otros jugadores les permitió ponerse en vitrina, revalorizarse y mejorar sus ingresos con suculentos contratos.

El mejor ejemplo es de Maximiliano Barreiro, delantero argentino que llegó a Ecuador en 2014 (Mushuc Runa). Luego de andar errante en Defensor Sporting (Uruguay) y el mismo Mushuc Runa, se erigió como el máximo artillero del campeonato ecuatoriano de fútbol con la camiseta del Delfín. En 2017 sus goles estarán al servicio del Necaxa mexicano.

Carlos Quintero es uno de los pocos elementos rescatables del descendido Mushuc Runa. Sus 23 tantos lo catapultaron a El Nacional, equipo clasificado a la Copa Libertadores de América.

Walter Chalá tuvo la mejor temporada de su vida. Figura en el Deportivo Cuenca, constantemente fue convocado a la selección ecuatoriana, por eso Barcelona se fijó en él.

Las atajadas de Adrián Bone despertaron el interés de algunos clubes. Al final Independiente ganó la pulseada y le confió el cuidado de su arco. MGD

Arce, nuevo refuerzo de Independiente

Emelec lo tuvo en la mira, incluso su dirigencia llegó a un acuerdo de palabra con los principales de Fuerza Amarilla, pero finalmente Kener Arce fue transferido a Independiente del Valle.

La llegada de Sebastián Píriz al Bombillo le iba a restar espacio a Arce y por eso el jugador aceptó la propuesta de los del Valle.

La noticia la confirmó ayer Fuerza Amarilla, club dueño de los derechos deportivos del centrocampista.