Las cárceles de Ecuador, varias de estas, reconocidas por la Policía Nacional como centros de mando del crimen organizado, entrarán a un nuevo régimen por haber finalizado la declaratoria del estado de excepción. Estas infraestructuras fueron incluidas en la medida iniciada en enero porque fueron sedes de varias revueltas tras la fuga Adolfo Macías (alias Fito), máximo líder de Los Choneros.

En ellas, se secuestraron a 201 personas entre guías penitenciarios y funcionarios administrativos del Servicio Nacional de Atención a Personas Privadas de Libertad (SNAI). Esto sin contar a los presos y uniformados que fueron también retenidos.

Durante la medida que comenzó el 9 de enero y finalizó el pasado 8 de abril, se realizaron operativos en donde se decomisó armas, celulares, routers, droga y más artículos prohibidos en las prisiones. La mayoría de los casos, estaban escondidos en las paredes, techos y pisos.

Las Fuerzas Armadas indicaron lo decomisado responde a lo que no se había sacado en controles de administraciones anteriores y que no se ha permitido el ingreso de más elementos.

Sin embargo, luego de que el presidente Daniel Noboa reconozca que Ecuador sigue con un conflicto armado interno declaró a las prisiones como zonas seguridad lo que implica un estricto control y con más insumos de ayuda.

¿Qué es una zona de seguridad?

De acuerdo al Decreto Ejecutivo 218, las zonas de seguridad son territorios bajo el dominio del Ejército ecuatoriano y de la Policía Nacional. Ellos se encargarán de las acciones “intramuros, extramuros, física y procedimental. Su responsabilidad será en conjunto y participarán de modo coordinado.

Según el derecho internacional humanitario, las zonas de seguridad son los espacios dentro de un conflicto armado en donde se protege a la población civil y a otros grupos vulnerables bajo controles rigurosos. A inicios de marzo, EXPRESO publicó un artículo sobre las acciones recomendadas por expertos para declarar zona de Guerra a las prisiones.

En el caso de las cárceles ecuatorianas, estos equipos uniformados estarán a cargo, pero la gestión penitenciaria será del Servicio Nacional de Atención de Privados de Libertar (SNAI) y del Organismo Técnico.

Inicio del nuevo control carcelario en Ecuador 

No hay fecha definida. Primero se ordenó que antes de su ejecución, en el decreto 218 se pide que se deben crear los estudios e informes necesarios para “delimitar, controlar y ejecutar los planes, programas, proyectos y convenios correspondientes. Aquí se incluirá a las instituciones relacionadas a la seguridad ciudadana, como gobiernos locales, ministerios, secretarías y más.

(Le recomendamos leer también: Propuesta de cárceles flotantes en Ecuador: ¿realidad o ficción?)

Pero Luego de esto, es que recién llega la “regulación especial en sus diversos tipos”. El documento desclasificado no establece fechas máximas o periodos de tiempo para que se entregue el protocolo a seguir.

(Puede revisar además: Militares de Ecuador a contrarreloj para presentar su estrategia contra el terrorismo)

Pero el mismo texto también destaca que el Ministerio de Telecomunicaciones deberá ejecutar los procesos correspondientes para inhabilitar la señal y cualquier tipo de conectividad en los reclusorios. “Para lo cual, coordinará todo lo necesario con el ente rector de la Defensa Nacional y el ente rector de la seguridad ciudadana, protección interna y orden público”

RECURSOS PARA LOGRARLO 

La Autoridad de Planificación y el Ministerio de Finanzas deberán establecer una planificación presupuestaria plurianual, respecto a seguridad interna, sistemas de inteligencia y contrainteligencia. 

CONTROLES

El Consejo de Seguridad Pública y del Estado determinará hasta cuándo los militares estarán en las cárceles.

Para acceder a contenido sin límites visita el siguiente enlace.