Este 21 de septiembre, la presidenta de Eslovaquia, Zuzana Caputova, fue la única voz femenina en el hemiciclo, con una intervención pregrabada que se emitió tras los discursos en persona de siete hombres, incluidos los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y Brasil, Jair Bolsonaro.

Aunque la organización nunca ofrece explicaciones sobre el orden de las intervenciones de los jefes de Estado y de Gobierno, la presencia de Caputova en los primeros compases de la reunión puede verse como una respuesta a las críticas que la ONU recibió el año pasado por la total ausencia de mujeres en esta jornada inaugural, la que más atención concentra en toda la Asamblea General.

Según la lista de intervenciones, será la única que hable a lo largo de todo un día en el que habrá más de treinta discursos.

En 2020, Caputova fue también la primera mujer en intervenir, pero no lo hizo hasta bien entrado el segundo día, cuando ya habían hablado más de medio centenar de hombres.

En total, de los 190 países que intervinieron el año pasado en los debates de la Asamblea General, únicamente nueve estuvieron representados por mujeres.

El problema es recurrente y responde, por encima de todo, a la escasez de mujeres en las jefaturas de Estado y de Gobierno alrededor del mundo, una situación que la ONU lleva años denunciando.

Hoy, de hecho, el secretario general de la organización, António Guterres, destacó en su discurso la desigualdad de género como una de las seis grandes "brechas" que el mundo necesita cerrar cuanto antes.

"La igualdad de la mujer es esencialmente una cuestión de poder. Si queremos resolver los problemas más difíciles de nuestra época, debemos transformar con urgencia nuestro mundo dominado por los hombres y cambiar el equilibrio de poder", señaló ante un auditorio compuesto abrumadoramente por varones.

Guterres insistió en que hacen falta más mujeres en los parlamentos, ministerios y en los consejos de administración de las empresas.

"Exhorto a los Gobiernos, las empresas y otras organizaciones a tomar medidas audaces, incluyendo estándares y cuotas, para crear paridad de género desde el liderazgo hacia abajo", recalcó el portugués.

Desde que llegó a la ONU, Guterres señaló la paridad como uno de sus objetivos y ha hecho que en el escalafón más alto de directivos de la ONU y entre los líderes de los equipos que tiene en cada país haya tantas mujeres como hombres.

El actual presidente de la Asamblea General, Abdulla Shahid, también reconoce el problema y, de hecho, mantuvo hoy una reunión con líderes y otros responsables que están participando en las reuniones de esta semana, entre ellas las de Estonia, Bangladesh, Moldavia, Noruega, Tanzania y la Comisión Europea (CE).

El objetivo de Shahid, según explica su oficina, era sobre todo escuchar las experiencias de estas mujeres y sus propuestas para impulsar la igualdad, tras haber alcanzado ya algunos compromisos.

La presidenta moldava, Maia Sandu, y la de Estonia, Kersti Kaljulaid, tienen previsto dar mañana sus discursos ante la Asamblea, en una jornada en la que serán las únicas mujeres que suban al estrado.