de acuerdo a un informe de diario EXPRESO en días anteriores, el alcalde Nebot ha expresado durante su enlace semanal que el exceso de ruido en Guayaquil no es por falta de regulaciones ni por falta de acciones. Es por falta de cultura social. Bien dicho, pero, ¿quién se encarga de hacer cumplir las regulaciones y a quién le corresponde ejecutar esas acciones?

Así mismo, ¿quien tiene la responsabilidad de implantar esa cultura social que tanta falta nos hace? La respuesta es: el mismo Municipio de la ciudad cuyo representante es el alcalde quien, a través de sus respectivos departamentos de difusión y de cultura y de la Autoridad de Tránsito Municipal encargada del control, prevención y sanción, tienen la obligatoridad de implementar todas aquellas acciones.

La ATM no debería vanagloriarse porque hayan aumentado el número de sanciones por el indebido uso del pito (claxon o bocina) de los carros y del ruido de los tubos de escape sin silenciador. Simplemente no deberían existir sanciones sino procurar que nadie cometa infracciones relacionadas con el ruido ni contaminación alguna, lo que se conseguirá con una amplia, profusa y sostenida educación vial que derive en una verdadera cultura social como reclama el alcalde.

Ing. Jorge Nazri Adum B.