Despedida. Seis días después de ser removida del poder, Dilma Rousseff abandonó el Palacio de Alvorada.

Rousseff se fue entre gritos de volveremos

La expresidenta brasileña Dilma Rousseff abandonó ayer Brasilia, donde residió desde 2003, y partió hacia la ciudad de Porto Alegre, en el sur del país, donde volverá a vivir tras haber sido destituida la semana pasada por el Senado.

La expresidenta brasileña Dilma Rousseff abandonó ayer Brasilia, donde residió desde 2003, y partió hacia la ciudad de Porto Alegre, en el sur del país, donde volverá a vivir tras haber sido destituida la semana pasada por el Senado.

Rousseff salió del Palacio de la Alvorada, la residencia oficial de la Presidencia que todavía tenía derecho a ocupar, aclamada por unas pocas decenas de partidarios que se reunieron a las puertas de la mansión para esperar su partida.

La expresidenta ordenó que su vehículo se detuviera, se acercó sonriente a saludar a algunas de las personas, les agradeció su “solidaridad” y partió hacia el aeropuerto.

“Despedirse jamás, volveremos”, gritaron los manifestantes, que agitaban banderas rojas del Partido de los Trabajadores (PT) y también coreaban “no al golpe” y “fuera (Michel) Temer”, por su antiguo vicepresidente y ahora gobernante efectivo de Brasil.

Algunos la siguieron hasta el aeropuerto de Brasilia, donde casi se cruza con Temer, con quien se enemistó durante el proceso que ella califica de “golpe parlamentario” y que regresó apenas unas horas antes de China, donde asistió a la Cumbre del G20.

“Estoy muy triste, muy triste, sintiendo que el país va a quedar un poco huérfano”, dijo Cecilia Monteiro, jubilada de 56 años, frente al palacio de Alvorada.

Rousseff, elegida en 2010 y reelecta en 2014, perdió su mandato tras un turbulento proceso de nueve meses por manipulación de las cuentas públicas, pero conservó sus derechos políticos, lo que le deja la puerta abierta a una eventual candidatura.

En una entrevista publicada este ayer por el diario francés Le Monde, Rousseff dijo que evaluaba presentarse a un cargo electivo en los comicios generales de 2018. “Reflexiono [sobre ello]”, declaró.

La Constitución brasileña impide ejercer más de dos mandatos seguidos. Pero según su abogado, podría volver a presentarse incluso para el cargo de presidente de la República.