La premisa es agradecer en todo momento. Iris Mantilla, maestra en terapia holística, agarra unas semillas de lavanda y las coloca suavemente en las palmas de su mano; agradece a Dios y a la naturaleza para sembrarlas en una pequeña maceta. La experta explica que “ese es el ritual para atraer prosperidad, para buscar paz, la armonía y equilibrio del cuerpo con el espíritu”.

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Iris no deja de agradecer a Dios y al universo y después siembra. Minutos después se dirige hasta una habitación, saca un billete y enciende una vela blanca. Muy cerca de eso coloca un objeto que representa el tiempo y junto a ello, un ángel.

“Esto no es brujería. Este ritual es para renacer”, afirma la terapeuta holística. Una vez que toma el billete (puede ser de cualquier valor porque se guarda, no se gasta) pide tres deseos. “En este paso cada persona dice lo que anhela para su vida en cualquier área”, recalca Iris.

Después pasa el billete debajo de la vela y exclama sus peticiones a viva voz. “Al finalizar se guarda el billete y lo vuelve a sacar en diciembre”, afirma Iris.

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Este ritual no es muy practicado, asegura la terapeuta, pero se lo realiza desde la antigüedad, el último día de octubre o en los primeros días de noviembre. La terapeuta, quien se ha capacitado en Canadá, Argentina y otras partes del mundo, argumentó que la siembra representa el nuevo renacer “es por eso que las culturas milenarias brindaban tributos a la tierra”.

“Con la semilla tratamos de conectarnos para encender la fe y dejar que llegue la abundancia. Por eso el ritual se lo hace en este mes del año porque es un mes de luz”, agregó Mantilla

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