“Mami, ya voy”, fue lo último que Ronny Aguilar Galarza, de 19 años, le dijo a su progenitora, Margarita Galarza, cuando ella lo llamó por teléfono para preguntarle a qué hora volvería a casa. Eran las 22:00 del sábado cuando el joven le dijo que aún estaba con su amigo Erick Vivas Lucas, de 27 años, al interior de un billar situado en el recinto La Ángela, perteneciente al cantón Babahoyo.

Sin embargo, una hora más tarde seis sujetos a bordo de dos vehículos llegaron disparando al local y tomaron como rehenes a los dos amigos, que estaban viendo cómo jugaban billa. Desde ese momento nadie supo sobre el paradero de Erick y Ronny, hasta que la mañana de este sábado 15 de abril unos agricultores encontraron sus cuerpos entre unos matorrales, a un costado de la vía El Jobo-La Victoria, del cantón Baba, Los Ríos.

Margarita fue la primera en recibir la noticia y entró en shock cuando escuchó que su retoño estaba muerto. La mujer no durmió durante la madrugada porque decidió salir a buscar a su vástago, sin importar la fuerte lluvia que caía en ese momento.

Cuando les avisaron del hallazgo de los dos cuerpos, ambas familias se movilizaron al sitio para identificarlos. Tanto Erick como Ronny fueron ejecutados con al menos siete disparos cada uno y los cadáveres estaban en lagunas de agua acumulada producto del aguacero que cayó en la madrugada.

Ingrid Lucas, tía de Erick, contó que su sobrino laboraba haciendo fletes en motocicleta. “La noche del viernes llegó a la casa de la mamá como a las 20:00 y se cambió de ropa para volver a salir. Dijo que iba a La Ángela y salió con un amigo”, detalló.

Los deudos desconocen quiénes estuvieron detrás del hecho lamentable, ya que alegaron que ambos jóvenes no tenían inconvenientes. Ronny atendía la tienda de su mamá y además estaba estudiando Ingeniería Industrial.

Las muertes conmovieron a los allegados de ambos difuntos, quienes hasta se desmayaron en los exteriores del anfiteatro. Sus restos fueron trasladados al sector Crespín Cerezo, donde vivían con sus familiares.