La madrugada del 7 de noviembre de 2021 el radar instalado en el cerro de Montecristi fue inhabilitado por una explosión que dañó parte del aparato. Había funcionado alrededor de 11 días. El objetivo de su colocación en esa zona fue la vigilancia de las actividades ilícitas, relacionadas con el tráfico de drogas detectadas en el área en la que han sido interceptadas avionetas ilegales.

La Fiscalía inició una investigación previa y más de ocho meses después del incidente aún no se han señalado responsables del hecho. Lo que sí se produjo fue el traslado del radar hasta el Centro de Mantenimiento de Latacunga, en Cotopaxi. Ocurrió el pasado 11 de mayo de 2022 informó la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) en un comunicado en el que señala que el objetivo es que la compañía Indra, proveedora del artefacto, realice la evaluación correspondiente sobre las condiciones técnicas.

La acción también fue posible gracias a la liberación del "componente radar por parte de la Fiscalía de Manabí, entidad encargada de llevar las investigaciones pertinentes sobre este caso". En abril el entonces comandante de la Fuerza Aérea Geovanny Espinel indicó que se iniciaron procesos administrativos disciplinarios para 25 militares de la FAE de los cuales 16 son oficiales y nueve son aerotécnicos. Los señalamientos son por fallas en alguna toma de decisión en el ámbito de la seguridad. No existen aún resoluciones en firme. 

La FAE ofreció que conforme avancen los trabajos de evaluación de daños se estará informando, de manera oportuna, los detalles correspondientes.