La Policía Nacional ha identificado dentro del Distrito Metropolitano cuatro puntos dónde se concentran los casos de suicidio en la capital: el puente sobre el río Chiche, el puente de Gualo y en San Roque.

El comandante de la Policía de Quito, Víctor Herrera, dice que las cifras de suicidio deberían alarmarnos. En 2022 se registraron 192 suicidios versus 180 muertes en robos, riñas y asesinatos. “Es decir, hubo más suicidios que muertes violentas y en lo que va del año tenemos 77 suicidios. 

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Entre las principales causas resaltan los problemas sentimentales, económico, familiares y en el caso de los más jóvenes  (13 y 18 años) incluso su rendimiento académico, así como pacientes con alguna  enfermedad terminal.

Las estadísticas además revelan que la mayoría  de personas  (40 casos, en lo que va del año) que toman esta fatal decisión está entre 19 y 39 años.

Los policías reciben actualmente una capacitación sobre abordajes positivos con un instituto mexicano. “Hemos podido evitar alrededor de ocho suicidios en la etapa de ejecución, especialmente en el puente del Chiche. Pero muchos lo hacen en casa. Son personas que no accedieron a un tratamiento”.

Pero también se ha identificado  estos hechos  en algunos sitios públicos como centros comerciales, edificios y hasta en los mismos hospitales.

Víctor Herrera, señala  la importancia de una normativa que ayude a prevenir los suicidios " es importante trabajar también en la política de salud mental para poder tener alertas tempranas”, explica.  Y Pese a que el país cuenta con una con una Ley de Salud Mental, algunas universidades y gremios exponen la falta de psicólogos educativos y de normativa para otorgar licencia profesional.

En la ciudad existen algunas opciones de atención psicológica impulsada desde el municipio como el  Sistema Integral de Prevención de Adicciones de Quito (Sipa-Q) y otros que son resultado de la iniciativa ciudadana.

La Organización Mundial de la Salud señalan que cerca de la mitad de los trastornos mentales se manifiestan antes de los 14 años  y que los trastornos mentales entre 2011 y 2020 generaron pérdidas económicas a nivel mundial por $16,3 billones.