
De puentes, a botaderos, parqueaderos y dormitorios
Mal olor e inseguridad rodean al peatón que se anima a caminar por debajo de la mayoría de los pasos a desnivel de la ciudad.
Mal olor e inseguridad rodean al peatón que se anima a caminar por debajo de la mayoría de los pasos a desnivel de la ciudad.
A pesar de que en casi todos se pintaron o colocaron obras artísticas con detalles emblemáticos locales para otorgarles un atractivo visual y turístico, en la práctica se han convertido en dormitorios de indigentes, depósitos de basura y garajes improvisados.
Con temáticas diferentes, cada cuadro artístico plasmado en las bases de los puentes alegra el recorrido de quienes transitan en vehículos; pero quienes lo hacen a pie no cuentan con la misma suerte.
El mal olor que emana de las acumulaciones de basura, orina y heces fecales es insoportable. Esto, en lugar de atrapar la atención de los visitantes, los aleja y les causa una mala impresión.
A ello ahora se suma la creciente tendencia a usarlos como estacionamientos para vehículos, como en el caso de la avenida Barcelona, el de la ciudadela Miraflores, el de la calle Manuel Galecio, entre otros.
Además, es inevitable percibir olores desagradables producidos por personas que hacen de estas estructuras su hogar o botadero de basura.
En las noches, la ausencia de agentes de seguridad, de iluminación y de señales de tránsito, exponen a quienes por ahí transitan.
Los peatones y vecinos expresaron su descontento. “El tráfico no está bien regulado, es complicado cruzar por debajo. Por la noche es muy oscuro y no hay seguridad, además el olor a orina es insoportable”, comentó José Bohórquez, usuario del paso a desnivel de la ciudadela Miraflores.
Ante la falta de atención y mantenimiento de las obras hay artistas como Joaquín Serrano, autor del mural ‘Guayaquil Signos Urbanos’, ubicado en el puente de la avenida Francisco de Orellana y calle Benjamín Carrión, que personalmente solicita al Municipio el mantenimiento del lugar.
“Debo reconocer que se ha escuchado mi petición, pero lo deberían hacer constantemente y sin tener que estarles pidiendo que lo hagan”, expresó.
El artista, Juan Sánchez, es más optimista. “Guayaquil es una inmensa galería de arte que refleja nuestra cultura, tradiciones y también su economía; por lo tanto debemos cuidar y fortalecer este tipo de obras, ya que es la imagen que brindamos al turismo”, recomendó el autor del mural ‘Estampas de Guayaquil Antiguo’ que se encuentra en el paso elevado de la av. Francisco de Orellana y av. Guillermo Pareja Rolando.
La Fundación Guayaquil Siglo XXI es la encargada del mantenimiento de los murales artísticos en los bajos de los pasos a desnivel, indicó a EXPRESO Wilfrido Matamoros, gerente general de esta entidad.
De la insalubridad se encarga el Municipio y de la inseguridad la Policía Nacional, una vez que la fundación notifica las anomalías.
Al respecto, Jorge Berrezueta, director de Obras Públicas del Cabildo, manifestó que su departamento arregla los daños que le son notificados.
Matamoros añadió que todas las semanas, personal contratado por la fundación limpia los murales. Y cuando alguien los daña o se desprenden piezas de los mosaicos, los reparan artistas que contratan para que dejen la pieza tal como consta en el boceto original.
Estos pasos elevados son atractivos turísticos en potencia y para que eso sea una realidad, estos deben agilizar el tráfico y brindar seguridad a los vehículos y a peatones durante todo su recorrido.