El Gobierno de Daniel Noboa cumple sus primeros 100 días y los asuntos de la política exterior no han pasado desapercibidos. La Cancillería, liderada por la empresaria Gabriela Sommerfeld, ha enfrentado los desafíos de las relaciones internacionales en medio de la crisis de seguridad, conflictos políticos e impases con grandes potencias.

Desde que Noboa asumió como presidente, la ruptura política con la vicepresidenta, Verónica Abad, fue notoria. Dentro de sus atribuciones, el mandatario dispuso a Abad la función de “Embajadora en nombre del Ecuador por la paz para evitar el escalamiento del conflicto entre Israel y Palestina”.

Ese episodio, a decir de Francisco Carrión, diplomático y excanciller ecuatoriano, fue un “disparate” porque no existe esa función en el servicio exterior. Esto fue corregido por el Ejecutivo en el decreto 61, expedido diez días después de la asignación de funciones. Otro error, indicó el diplomático, fue la elección de Israel como destino, dado el contexto complejo de esa nación: “Podían nombrarla embajadora en Sudáfrica y el asunto estaba resuelto”, aseveró.

Al tener un período de mandato corto, como es el caso de Noboa, la designación de funcionarios políticos del servicio exterior es otro de los desaciertos, según Carrión. El excanciller se refiere a los nuevos representantes ante organismos y naciones aliadas, como el nombramiento de José de la Gasca como embajador ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) a pocos días de que Ecuador asumiera la presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU; o como el cambio de embajadora en Washington, cargo que era ejercido por Ivonne Baki y que por ahora está vacante.

Sin embargo, para Carrión el principal evento ha sido el impase diplomático sucedido con Rusia luego de que el presidente Noboa anunciara el intercambio de “chatarra” bélica de origen ruso por equipamiento nuevo estadounidense. Las declaraciones de Noboa resultaron en la suspensión de los certificados de exportación de cinco bananeras y en el anuncio de que la transacción no se realizará.

El analista y exsecretario de Comunicación, Leonardo Laso, indicó que la Cancillería debió recomendar y advertir a Noboa el riesgo que implicaba comprometerse y anunciar un intercambio de ese tipo, pues incluía tomar posición dentro de un conflicto armado. Estados Unidos reveló que el destino del armamento que Ecuador entregaría sería Ucrania.

El profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad San Francisco de Quito, Carlos Espinosa, dijo creer que “Ecuador pensó que Estados Unidos no iba a hacer público los términos del acuerdo como en efecto lo hizo”. Esa revelación habría tomado por sorpresa al gobierno ecuatoriano. No obstante, para “Estados Unidos era importante una demostración pública de apoyo a Ucrania por parte de un país latinoamericano”, explicó el académico.

Con esos antecedentes, no fue extraño que Rusia, que mantiene un conflicto armado con Ucrania desde 2022, reaccionara con las restricciones que ya han sido superadas, indicó Carrión.

Tanto Carrión como Espinosa calificaron como “errático” al manejo de la política exterior durante los tres meses de gobierno. Laso y Espinosa coincidieron en que la comunicación es importante en estos contextos: “Hay una deficiencia en comunicación. Ahora hay una cierta presencia de la canciller, pero en general tenía poca presencia, informaba poco. Ahora la comunicación debe ser permanente”, indicó Laso.

Las deficiencias a las que se refirió Laso se observan en los detalles, según Carrión. Por ejemplo, cuando falleció el expresidente chileno Sebastián Piñera, la Cancillería publicó una nota de pesar cuatro horas después del anuncio de la muerte del político. El presidente Noboa nunca se pronunció, pese a que sus homólogos sí lo hicieron. Carrión aseguró que emitir esos pronunciamientos no depende de los funcionarios sino de “una autoridad que tenga la capacidad para dar una instrucción”.

Entre los aciertos de estos tres meses, Laso destacó la concreción de los acuerdos comerciales con China y Costa Rica que fueron aprobados en la Asamblea Nacional.

Espinosa explicó que el manejo de la crisis de seguridad moldeará las relaciones internacionales de Ecuador, por lo que sugiere: “Evitar desaciertos como el caso del impase ruso. Sin duda, Estados Unidos es el aliado más idóneo para el manejo de la crisis de seguridad”. Mientras que Carrión y Laso coincidieron en que la canciller Sommerfeld debe asesorarse por los diplomáticos de carrera para decidir sobre la política exterior.