Martín Ramírez, residente de la ciudadela Urdenor, en el norte de Guayaquil, decidió darle su voto a Daniel Noboa el pasado domingo. Lo hizo tras observar el debate entre los candidatos presidenciales. “Se desenvolvió muy bien y me llamó la atención. Vi sus redes y sus propuestas de emprendimientos, y me animé a votar por él”, explicó Ramírez.

Hasta esa búsqueda, el ciudadano desconocía que Noboa había sido asambleísta en el último período del Legislativo. “Yo lo ubicaba en la campaña porque es el hijo de Alvarito”, expresó en referencia al empresario guayaquileño.

Aída Mastarreno vive en la ciudadela Los Esteros, sur de Guayaquil. Su voto fue para Luisa González. Desde el 2006, siempre ha elegido a los candidatos del correísmo. “Sí sabía que estaba en la Asamblea, pero me enteré cuando se rumoraba que podía ir como candidata a presidenta”, manifestó Mastarreno.

Ambos coincidieron en que desconocen el trabajo que realizaron los dos finalistas presidenciales cuando se desempeñaron como legisladores.

Por ello, que González y Noboa hayan sido parte de una de las asambleas con mayor nivel de desprestigio en los últimos años, no fue un impedimento para que el votante los elija.

En mayo pasado, la consultora Click Report presentó un informe revelando que la Asamblea Nacional tenía una imagen negativa que superaba el 95 %.

Lolo Echeverría, analista político, explicó que el rechazo de la ciudadanía va dirigido al accionar de los partidos en el interior de la Legislatura.

“Cuando un asambleísta va para otra dignidad como la candidatura a la Presidencia, no se le endosa el rechazo que ha merecido la Asamblea Nacional. Las decisiones se toman por bloques, no afectan individualmente, excepto en los casos en que (los legisladores) se destacan por alguna razón negativa”, manifestó Echeverría.

Para Roger Celi, coordinador del Observatorio Legislativo de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo (FCD), el tiempo de campaña electoral no fue el suficiente para abordar la gestión de los candidatos presidenciales en la Asamblea Nacional.

“Ni siquiera se analizaron en los debates o foros, las votaciones y posiciones que tuvieron Luisa y Daniel en temas tan controversiales en la Asamblea Nacional como seguridad, de aborto, de derechos humanos y demás, porque ellos votaban y esos temas implican una cuestión política”, refirió Celi.

El Observatorio Legislativo realizó un informe sobre el desempeño de los candidatos presidenciales que irán al balotaje.

Daniel Noboa fue presidente de la Comisión de Desarrollo Económico, Productivo y la Microempresa de la última Asamblea. En su gestión se tramitaron 11 cuerpos normativos que se convirtieron en leyes, de los cuales nueve fueron aprobados con más de 100 votos.

“Noboa fue un presidente que despachó y no dejó muchos pendientes en la Legislatura, no como otras comisiones. Nosotros calculamos que dejó pendientes en informes de primer debate, segundo debate, un 40 %. Y la mayoría de comisiones superaban el 60 %, 80 %, de pendientes”, indicó Celi.

Sin embargo, de 658 presencias posibles en el Pleno, solo asistió a 286 y su suplente, Ana León, acudió a 295.

Luisa González fue integrante del Comité de Ética del Legislativo. Durante su gestión se tramitaron procesos de destitución a cuatro asambleístas.

En propuestas normativas, dijo Celi, los dos no destacan. Cada uno presentó dos proyectos. A Noboa le aprobaron uno, a González, ninguno. Sobre votaciones controversiales, por dar un ejemplo, los dos votaron en contra de la propuesta de aborto por violación en el año 2022.