
ADN y el correísmo, con la mira en seccionales
La crisis en la Revolución Ciudadana puede marcar un impulso o su estocada final
En 2026 comenzará el año electoral para las seccionales de 2027, y tanto ADN, el movimiento del presidente Daniel Noboa, como Revolución Ciudadana (RC) se preparan para un nuevo pulso que, esta vez, podría definir la legitimación total de uno y la estocada final del otro.
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El correísmo ha perdido las últimas tres elecciones presidenciales. Sin embargo, en 2019 y 2023 obtuvo resultados significativos en las seccionales, especialmente dos años atrás.
Tras las últimas elecciones para prefectos y alcaldes, la Revolución Ciudadana logró representación en las principales ciudades del país, así como en provincias consideradas clave.
En un hecho histórico, RC alcanzó la Alcaldía de Guayaquil, tras décadas de control por parte del Partido Social Cristiano (PSC). No solo eso, también obtuvo la Prefectura del Guayas con Marcela Aguiñaga.
En Pichincha, además de la Prefectura, el correísmo recuperó la Alcaldía de Quito después de haberla perdido con Augusto Barrera en 2014, cuando aún existía Alianza País y Rafael Correa estaba en el poder.
Sin embargo, el correísmo atraviesa un momento crítico. Los resultados de las elecciones generales de 2025 marcaron una crisis en la que RC quedó cercada en la Asamblea Nacional. A pesar de haber conseguido 67 curules, perdió a dos de sus integrantes al inicio del nuevo ciclo legislativo y no logró ningún espacio de decisión.
En medio de esa crisis, el correísmo aún no se ha planteado públicamente el proceso electoral de 2027. EXPRESO intentó hablar con Luisa González y Andrés Arauz sobre sus proyecciones, pero hasta el cierre de esta nota no obtuvo respuesta.
En la Asamblea, el legislador y miembro del buró político del correísmo, Ricardo Patiño, comentó que aún es muy temprano para analizar lo que serán las elecciones seccionales.
Problemas internos en la RC
A los problemas en la Asamblea se suman fracturas con figuras clave en los gobiernos autónomos descentralizados (GAD). A través de X, Rafael Correa tuvo un impasse con Aquiles Álvarez, alcalde de Guayaquil, debido al abogado que este último contrató para defenderlo en el caso Triple A. Asimismo, la prefecta del Guayas, Marcela Aguiñaga, ha mostrado señales de distanciamiento del movimiento político.
Para la experta en comunicación política Caroline Ávila, el “correísmo parece tener suficientes problemas internos como para pensar en lo que sucederá en dos años”. Sin embargo, considera que la disputa entre ambas fuerzas políticas (ADN y RC) es constante.
Por otro lado, ADN no tiene experiencia en elecciones seccionales. El movimiento nació con la aspiración de Daniel Noboa de llegar a la Presidencia de la República. Sin embargo, los recientes resultados electorales, con una amplia mayoría sobre el correísmo, pueden ser el punto de partida para la nueva contienda electoral en dos años.
Para la consultora política Grace Jiménez, ADN ha mostrado señales de que ya comenzó la carrera hacia las seccionales de 2027. “Para consolidarse, también necesita gobernabilidad desde los GAD. El siguiente paso del Gobierno es, por ejemplo, la capital”, señala Jiménez.
Diego Cevallos
Jiménez se refiere a la situación del actual alcalde, Pabel Muñoz, quien enfrenta un proceso de revocatoria. “El más perjudicado de la segunda vuelta (entre ADN y el correísmo) es Muñoz. Pero hay poco menos de un año para definir figuras y estrategias”, añade.
Para Diego Cevallos, integrante del colectivo Gobernanza EC, ADN, al ser una organización relativamente nueva en el escenario político, difícilmente contará con cuadros propios que le permitan presentar candidatos que provengan exclusivamente de su movimiento para las elecciones seccionales.
El experto también apunta que, a diferencia de las elecciones nacionales, en el caso de las máximas autoridades de los gobiernos locales no se requiere una mayoría absoluta, sino de una mayoría simple, lo cual favorece las posibilidades del correísmo de ganar en varias jurisdicciones con el voto duro que ha venido consolidando. Hay que recordar que Pabel Muñoz logró la Alcaldía con poco más del 20% de la votación.
Hay datos que permiten vislumbrar el escenario, sobre todo en cuanto a la resistencia que puede haber en contra del correísmo. Por ejemplo, Daniel Noboa ganó en Pichincha con el 62,11% frente al 37,89% de la correísta Luisa González. Mientras que, en Guayas, la contienda estuvo más ajustada: Noboa tuvo el 52,29% frente al 47,71% de González.
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