Una noche de terror vivieron cuatro policías el martes 21 de febrero, en el noroeste de Guayaquil. Fueron atacados por cerca de 50 personas integrantes de una banda delictiva que opera en este sector porteño.

Los uniformados realizaban un control preventivo por el bloque 1 de la Sergio Toral cuando sujetos en vehículos y motocicletas, armados de fusil, los interceptaron y los obligaron a bajarse del carro policial.

Los agentes, entre ellos un oficial, con el grado de teniente, fueron sometidos en el piso, golpeados en las cabeza, apuntados con las armas de fuego de grueso calibre y despojados de sus armas de dotación, radios, chalecos y celulares.

Una fuente policial reveló que los criminales, al parecer, buscaban a otros uniformados y que manifestaban que la orden venía de alias Fito, "ya que ellos tienen el control y no quieren patrullajes".

Al darse cuenta que no eran los policías que buscaban, los liberaron. Unos de los gendarmes con el grado de sargento, resultó herido. Minutos después policías del distrito y de unidades elites desplegaron un operativo en esta zona de la ciudad para detener a los responsables.

En una de las casas allanadas se capturó a uno de los sospechosos y se decomisó un arma de fuego, tipo fusil y municiones calibre 2.23.