El año pasado, uno de los blancos de la delincuencia fue la Policía, que tuvo que enfrentar la pérdida de al menos 28 de sus miembros por causa de homicidios y asesinatos. Y este año no es la excepción, un uniformado fue asesinado la noche del jueves en el sector de Nueva Prosperina en Guayaquil (ver nota inferior).

Según el Instituto de Seguridad Social de la Policía (Isspol), en 2022 la institución perdió a 104 uniformados. Además de los decesos por causa del crimen organizado, hubo 24 que fallecieron en siniestros viales, algunos durante el ejercicio de sus funciones. También hubo fallecimientos por problemas de salud, al menos cuatro se suicidaron y hubo casos de escopolamina, cortadura, caída e intoxicación alcohólica.

El comandante de la institución, Fausto Salinas, reconoció que 2022 fue un año bastante complejo para sus miembros, “en el cual hemos visto el compromiso de los policías del país”. Habló de incidentes críticos, sobre todo con atentados y con asesinatos a uniformados en las zonas en las que se estaba combatiendo con firmeza a la delincuencia.

Otros decesos ocurrieron cuando acudían a brindar auxilios o en traslados a sus sitios de trabajo, en donde perecieron por accidentes de tránsito.

Ese será uno de los aspectos que se revisará. Anunció una campaña de prevención vial para servidores policiales y reducir las cifras de accidentabilidad. “Es una profesión compleja que exige mucho sacrificio. Hemos visto que ha subido el nivel de riesgo de los policías”, agregó el oficial. Se ha pensado también en capacitación para reducir riesgos.

Uno de los últimos policías asesinados en 2022 fue Brian Pérez el pasado 3 de noviembre de 2022, en Los Ríos. Era de la provincia de Tungurahua y tenía 25 años. Tenía una hija pequeña. Sus familiares y amigos lo describieron como una persona alegre.

Otro de los casos que causó impacto fue el de Verónica Songor. El 16 de octubre, en Guayaquil, su vida se apagó. Ella recibió disparos tras un ataque del crimen organizado a la Unidad Policial de Nueva Prosperina de Guayaquil, en la que laboraba. Ocurrió el 9 de octubre. Songor era de Loja. Tenía 24 años y su sueño siempre fue ser policía.

Cuando un uniformado fallece, tiene un seguro de vida por alrededor de 52.000 dólares, explica el director del Instituto de Seguridad Social de la Policía (Isspol), Renato González. Informa que aparte de eso hay un seguro de mortuoria por 3.000 dólares y gastos funerarios por hasta 1.500 dólares. La viuda y los hijos reciben la pensión de Montepío.

Un uniformado fue asesinado en emboscada de grupo delictivo en Guayaquil

Nueva Prosperina

De los ocho detenidos por el hecho, uno es menor de edad

Cuatro policías que laboran en la Penitenciaría del Litoral fueron atacados la noche del jueves pasado en la cooperativa Unidos por La Paz, en el sector de la Nueva Prosperina, al noroeste de Guayaquil. Dos de los gendarmes resultaron heridos de bala, uno falleció.

El uniformado que murió respondía a los nombres de Alfredo Jaya Ramírez y tenía el grado de policía. Recibió 6 disparos, uno de ellos en la cabeza. De acuerdo a información policial, los uniformados, quienes se movilizaban en un vehículo, habrían sido emboscados por miembros de una organización criminal que opera en el sector.

Tras este hecho violento se realizó un operativo para dar con los responsables. Fueron aprehendidas ocho personas, entre ellas un menor de edad, de 14 años. 

• Operativo. El 3 de noviembre, durante el traslado de 400 privados de la libertad en Guayas. Hubo 10 policías heridos. Entre ellos el mayor Jairo Bolaños.
• Disparos. Bolaños recibió un disparo que ingresó por un costado del pie derecho que le provocó daños severos. Se pudo aplicar un torniquete hasta recibir ayuda.
• Desembolso. 51.289,94 dólares por seguro de vida pagó el Isspol en 2022 por el fallecimiento de 104 policías en servicio y 5’288.662,84 dólares por temas relacionados.